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Los intentos de extinguir las llamas comenzaron esta mañana a las 06:30, hora en que arribaron a la comunidad de Ciervo Cuá los efectivos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Caacupé, cuyos miembros están especializados en este tipo de emergencias.
Los bomberos contaron con el apoyo de un helicóptero de la Fuerza Aérea Paraguaya, así como el apoyo logístico de la Secretaría de Emergencia Nacional.
Los bomberos forestales tomaron como eje el río Salado, utilizando pequeñas embarcaciones para internarse con sus equipos con la intención de formar una herradura alrededor de los focos principales; con motobombas portátiles arrojan agua del Salado.
Alrededor de las 11:00 lograron apagar dos focos y centraron atención en el tercero y último; parecía que tendrían fin el incendio en el parque nacional. Sin embargo, un cambio de viento terminó por reavivar las llamas y ahora todo el procedimiento para contener la llamas tiene que empezar de nuevo.
Las dificultades para ingresar en el esteral, el cansancio del personal y la extrema sequedad son factores que conspiran contra el éxito de los bomberos forestales.