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Alrededor de las 20:30 del miércoles, desconocidos realizaron disparos hacia la comisaría de Kurusú de Hierro. Los proyectiles impactaron en las patrulleras y la fachada del puesto policial; no hubo heridos en las filas policiales ni militares que conforman la FTC. Luego de unas horas se produjo otro ataque muy similar al primero, esta vez en la comisaría de Azotey (distante a unos 20 kilómetros de la primera).
Nuevamente se efectuaron disparos desde unos 200 metros del puesto policial, utilizando la zona boscosa. Los disparos impactaron en el edificio de la comisaría y por un patrullera. No se reportaron heridos ni bajas entre los integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta. Tanto Kurusú como Azotey forman parte de la zona de influencia del grupo criminal EPP. Las municiones serán analizadas para determinar su calibre, pero recién en horas de la mañana se tendrán más datos. Por la mañana también se efectuarán procedimientos más intensos, ya que por la noche existe un mayor riesgo.
El 4 de setiembre de 2012, un ataque similar se produjo en la comisaría de Azotey, donde integrantes del EPP atacaron a tiros el puesto policial, causando tres heridos en las filas policiales; posteriomente, uno de ellos, el suboficial Víctor Alex Acosta, falleció tras varios días de agonía. Asimismo, el 21 de abril de 2013 en horas de la tarde, en plenas elecciones presidenciales, el EPP realizó un primer ataque que comenzó alrededor de las 15:30, en la comisaría de Kurusú de Hierro, cuando personas armadas empezaron a disparar contra la sede policial. En el enfrentamiento resultaron heridos dos policías, mientras que Francisco Denis, un lugareño que pasaba por el lugar, murió al instante.
El comisario Antonio Gamarra, ex jefe de policía de la zona había indicado que cuando el personal se aprestaba a retornar a sus puestos, una bomba ubicada al costado del camino explotó afectando a dos vehículos de la policía, matando a uno e hiriendo a siete oficiales.
En ambos ataques registrados contras las comisarías de Kurusú de Hierro y Azotey, ambos distritos de Concepción, los disparos fueron efectuados aparentemente con la intención de causar daños a las sedes policiales y contra las patrulleras. En las fotografías a las cuales accedió ABC Color se puede notar que los balazos dieron contra partes altas de los edificios y rompieron parabrisas y ventanillas de vehículos policiales.