“Sabemos que no hay una solución mágica”, dijo Biden, insistiendo en que la pregunta sobre cómo detener más muertes tras una serie de asesinatos en masa era difícil de responder.
“Vengo a esta reunión sin juicio (previo)”, agregó.
Biden se sentó a dialogar con los ejecutivos de los videojuegos y las firmas de software en medio de especulaciones sobre el impacto que tienen los videojuegos de tiroteos en consumidores perturbados que luego trasladan esa violencia a la vida real.
El vicepresidente se ha estado reuniendo con todos los grupos interesados en el asunto de las armas, entre ellos las víctimas de violencia, grupos de caza e integrantes del lobby de las armas.
El jueves, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) criticó a Biden tras la reunión entre ambas partes. “Estamos decepcionados sobre lo poco que se abordó en esta reunión el tema de la seguridad para los niños”, dijo la NRA, que criticó que el encuentro estuviera marcado por la agenda política contraria a la Segunda Enmienda de la Constitución, que permite la tenencia de armas en Estados Unidos.
Consultado sobre esta opinión, Biden respondió: “yo pensé que habíamos tenido una reunión muy franca y productiva”.
La NRA se manifestó a favor de introducir guardias armados en todas las escuelas de Estados Unidos y se opuso a los esfuerzos de los demócratas para reintroducir una prohibición a las armas de asalto.