Crimen por placer: no hay prueba de más asesinatos

La Fiscalía aseguró no tener pruebas certeras de que Isaías Torres haya cometido otros asesinatos además del caso de homicidio por placer que salió a luz semanas atrás. El único indicio es la mención del hecho dentro de las conversaciones de WhatsApp.

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En los mensajes intercambiados con Gissella Millea, Isaías Torres manifestó que ya habría cometido otros asesinatos antes del de Agustín Bogado, por el cual ambos fueron condenados a 40 años de prisión. Sin embargo, la agente fiscal Carla Rojas aclaró que no hubo mayores elementos concretos para acusarlo por dichos crímenes.

“Cuando declaró ante el Tribunal de Sentencia, dijo que no era cierto. No se llegó a encontrar ningún elemento hasta el momento. Tal vez ahora, con la difusión, puedan surgir más casos”, señaló Rojas en ABC Cardinal. Tanto Torres como Millea manifiestan en reiteradas ocasiones vía WhatsApp el placer que les causó el asesinato de Agustín Bogado y, en los mensajes utilizados en su contra, también planeaban realizar más hechos similares.

“En los mensajes hablan al azar de personas con mayores recursos económicos, para poder obtener mayores beneficios durante el próximo crimen”, recordó la agente fiscal. Otro elemento probatorio contra Torres fue que, luego de haber producido el asesinato por el cual fue condenado, se llevó el celular de la víctima e incluso llegó a utilizarlo por dos meses, hasta que fue aprehendido.

“Lo que llama mucho la atención es que evidenciaban el placer que les produjo, porque constantemente hacían referencia al hecho, seguían recordando y planeando otros hechos”, manifestó Rojas.

Ayer salieron a la luz numerosas capturas de los mensajes intercambiados entre ambos criminales. En uno de ellos, Gissella le pregunta a Isaías, como por curiosidad: ¿cómo matabas antes? A lo que este responde citando detalladamente un total de cuatro asesinatos. “A uno le rompí el cuello, a otro algo parecido, a Manu una llave y a otro lo ahorqué con una sábana”, relató crudamente Torres.

Isaías y Gissella fueron condenados en carácter de coautores a 30 años de sentencia, más 10 de medida de seguridad, por haber asesinado “por placer” a Agustín Bogado. 

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