Cargando...
La letrada informó que la visita que realizaron los Urbieta este jueves a la Agrupación Especializada, más que un pedido de ayuda económica, tiene que ver con una amistad de años que une a la familia con Pavão, y así también con una búsqueda de “esperanza” y apoyo moral.
La abogada relató que, durante la visita, los familiares “oraron y leyeron la biblia”, junto a su cliente. Recién posteriormente, los Urbieta le consultaron a Pavão si este les daría una mano en el aspecto económico en caso de precisarlo. Ante esto, el brasileño les manifestó que él los podría ayudar, pero que debía cumplir ciertos plazos que tienen que ver con compromisos que había asumido anteriormente.
Los tiempos que planteó Pavão como condición, que rondaban los 60 días, resultaron muy extensos para los familiares del ganadero secuestrado, Félix Urbieta, pues, según expresaron, tenían tiempos mucho más cortos, aunque no especificaron a cuánto tiempo se referían.
No obstante, según Laura Casuso, los Urbieta comprendieron la situación de Pavão, y le manifestaron que no deseaban comprometerse a realizar un préstamo que posteriormente no puedan reembolsar en tiempo y forma. “Ellos son personas con muchos códigos, muy serias, no se quieren retrasar ni siquiera un día con la devolución de un eventual préstamo”, comentó Casuso a los medios de prensa.
En todo momento, la defensora de Pavão insistió en que su cliente y los Urbieta tienen una estrecha amistad de años, y que incluso cuando el brasileño estaba en Tacumbú, fueron a visitarlo en algunas ocasiones miembros de la familia Urbieta. No así el ganadero secuestrado, quien nunca viaja a Asunción, según la abogada.
Al finalizar la reunión con Pavão, llegaron a la conclusión de que por el momento no se concretaría el préstamo, pero, en caso de precisar el dinero más adelante, el brasileño estaría a disposición para brindar la suma.