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Tres uniformados del Departamento de Investigación de Delitos de Itapúa fueron imputados esta semana por una denuncia de extorsión en que resultó víctima un comerciante. La fiscala María del Carmen Palazón está encargada del caso e indicó que existen pruebas suficientes para acusar a los tres efectivos policiales.
Los imputados son los suboficiales Benicio Ávalos y César Maciel y el comisario Hugo García, además de un presunto cómplice, Cristian Cubilla. Con respecto a la posibilidad de investigar a los jefes policiales del Departamento de Investigación de Delitos, la fiscala señaló que hasta el momento no hay indicios de que hayan tenido implicancia, puesto que los acusados hicieron figurar una detención por otro asunto en el acta de procedimientos.
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“Si no hizo personalmente no es responsable, a menos que se pueda comprobar”, manifestó la agente del Ministerio Público, quien tampoco descartó nada, puesto que la investigación es aún muy reciente.
El comisario general Tomás Cristaldo Pérez, jefe de Investigación Criminal de la Policía Nacional, destituyó al comisario principal Julio César Cabriza Rojas de su cargo de titular de Investigaciones de Itapúa y nombró en su reemplazo al comisario principal Elio Ramón Samudio Valdez.
Cabriza sigue sin ser investigado porque, hasta el momento, no hay indicios de que haya tenido implicancia alguna en lo sucedido en su dependencia policial.
Relató que el hecho ocurrió el martes por la tarde, cuando José Luis Cuquejo fue a vender sus productos (pañales) hasta la ciudad de María Auxiliadora. “La noche anterior le dijo a un secretario (Cristian Cubilla), al que había conocido dos meses antes (imputado por cómplice), que iban a salir temprano.
Según su relato, cuando iban por Acceso Sur, les empezó a seguir un automóvil particular, que luego los hizo detener y del mismo descendieron dos efectivos policiales, que les dijeron que estaban buscando su auto por sospechas de narcotráfico. “Él (Cuquejo) dijo que solo se estaban confundiendo. Luego, al secretario le dicen que vaya al otro vehículo y le quitan su celular al comerciante; se queda ya incomunicado”, agregó.
Ahí se inició la inspección vehicular y detrás del asiento del conductor encontraron una bolsita de hielo con un polvo blanco, que los policiales decían que era cocaína. Evidentemente, el conductor negó que sea de su propiedad. “En vez de ir a la Fiscalía, van a Investigación de Delitos, donde aparece un tercer personaje, que les empieza a apurar”, comentó.
Finalmente, le solicitaron US$ 10.000 para “solucionar” el problema. El padre del detenido acudió hasta el sitio y, luego de una negociación, acordaron el pago de G. 20 millones. “Los policías labraron el acta y dijeron que la detención era porque no tenía facturas (de los productos) y cédula verde”, destacó.
Al salir de la Comisaría, Cuquejo acudió a la Fiscalía para realizar la denuncia y, estando allí, los policías lo llamaron, siempre según la agente del Ministerio Público, e intentaron negociar a fin de que no se hiciera la denuncia. Luego de una autorización judicial, consiguieron permiso para grabar el momento en el cual se iba a hacer la negociación pero, en el lugar, los uniformados lo revisaron de punta a punta y allí el aparato se quedó en pausa y no quedó el registro del audio.
“Básicamente, ya tengo casi todas las pruebas”, aseguró la fiscala, teniendo en cuenta que fue testigo de la llamada y que también posee varios otros elementos.