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Debía realizarse una marcha hoy, desde la plaza Uruguaya, hasta el Panteón de los Héroes, lo cual no fue posible por las inclemencias del tiempo, que presentó una mañana sabatina fría, lluviosa y desapacible.
Sin embargo, unos 50 infantes, adolescentes y jóvenes, coordinados por un grupo de adultos que dirigen varias organizaciones, se guarecieron primero en la galería del Ferrocarril Central de Asunción en cuyo interior se desarrolló un interesante encuentro al ritmo de ruidosas batucadas, trompetas, con zancos, variedad de carteles, pancartas, mensajes y estribillos.
“Violencia nunca más”, “Cuidado, hay curas que violan”, “Seis casos de abuso en la Iglesia”, “No al abuso sexual de niños y niñas del Paraguay”, “Para erradicar la explotación sexual hay que erradicar el machismo”, eran algunos de los mensajes plasmados en carteles que portaban los chicos y que en su mayoría habían sido escritos por los adultos organizadores de la propuesta.
Una de las voceras de la citada actividad, Virginia Monges (17), recalcó: “Nos reunimos para recordar especialmente el caso de Felicita, niña de 11 años que fue violada y asesinada en Yaguarón. Se trató de un caso emblemático que motivó el establecimiento del 31 de mayo como Día nacional de lucha contra el abuso y la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes”.
“Nuestra marcha dice como mensaje principal 'Mi cuerpo, mi territorio. Ni usen, ni abusen'. Pienso que del manifiesto que presentamos (lo lee textualmente) el tema principal es lograr 'que se establezcan políticas públicas de educación integral, científicas, diversas y laicas de la sexualidad con enfoque de derecho y género; que fomente el respeto de las personas, sin discriminación, promoviendo la autonomía de sus cuerpos y la construcción de relaciones y vínculos afectivos'. Es un desafío para el Ministerio de Educación”.
Virginia, quien cursa el tercero de la media de Ciencias Sociales en el Colegio Nacional Ipatí, es de Villa Elisa, trabaja en un Spa en Fernando de la Mora y al concluir la secundaria quiere formarse para ser azafata.
Remarcó que “el nombre de la movilización es 'Los niños tienen voz, pueden decidir sobre su cuerpo'. Ellos tienen derechos, y por ende toda la ciudadanía debe respetarlos por lo que son. Muchos casos (de violencia sexual y abuso) salen a la luz y quedan impunes. Y así como hay casos denunciados, otros no. Es un tema demasiado sensible. Poco o nada es lo que se habla de eso, y ellos (los niños) deberían saber lo que está bien y lo que está mal”.
La movilización fue apoyada por varias organizaciones, que integran el Movimiento contra la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes: Asociación Callescuela, Asociación Panambí, Asociación Mil Solidarios, Base Educativa y comunitaria de apoyo (BECA), Grupo Luna Nueva, Ceniju, Plan Internacional Paraguay, Somos Pytyvöhára, Kuña Roga, Presencia Joven, Connats, Enlace CDH, Fundación Dequení, Camsat, Fundación Vencer.
La motivación, según expresa el material impreso distribuido es “denunciar la inacción del Estado ante los altos índices de abuso, trata y explotación sexual de niñas, niños y adolescentes; la violación de los derechos que deben ser garantizados desde las instituciones gubernamentales, así como la revictimización de las personas que sufren violencia sexual”.
Además “sensibilizar a la sociedad paraguaya para que reaccione y rompa el silencio cómplice ante la problemática social del abuso y la explotación sexual de los menores en los diferentes ámbitos, ya sea en las familias, en las iglesias, en las instituciones públicas y privadas, en situaciones de contextos de emergencia y militarización, donde se cruzan las violaciones a los derechos de los menores de manera sistemática”.
Parte del manifiesto distribuido dice así: “Exigimos al Estado Paraguayo: - Que cumpla con su deber de protección como garante de los derechos de cada niña, niño y adolescente, para vivir dignamente. Sin violencia. - Que las niñas embarazadas víctimas sean asistidas, prevaleciendo su interés superior en relación a su salud y sus vidas. - Que la protección de los niños, niñas y adolescentes víctimas no implique la separación de su ámbito familiar. - Que los casos de abuso sexual no queden impunes, por la inacción del ámbito jurisdiccional (Ministerio Público, Juzgados, Policía Nacional). - Que establezca políticas públicas de educación integral, científicas, diversas y laicas de la sexualidad con enfoque de derecho y género.
La movilización de menores tuvo en esta ocasión un escenario muy diferente, la Estación Central del Ferrocarril, donde las batucadas y cornetas retumbaban, a modo de clamor contra la violencia sexual y el abuso.
Todo concluyó a las 10:30, cuando parte de los chicos salió frente al lugar histórico, y haciendo caso omiso a la pertinaz y fría lluvia, para lanzar coloridos globos a gas, como un mensaje de esperanza. Para el anecdotario quedó que los chicos al ingresar a la Estación recibieron gratis réplicas de los antiguos boletos para viajar en tren.