Cargando...
Desde 1989, en la Terminal de Ómnibus de Asunción funcionaba el local Calle Escuela, una organización que apoya a niños y adolescentes trabajadores, mayoritariamente pertenecientes a la Asociación de Lustrabotas. El salón que fue cedido por la Municipalidad está pegado al lugar en donde se habría iniciado el incendio del fin de semana, por lo que todo lo que estaba dentro fue consumido por las llamas.
Las cajitas de lustre, los betunes y cepillos de aproximadamente 20 chicos de entre 10 y 17 años quedaron reducidos a cenizas. “Los adolescentes y niños trabajan cuatro horas cada uno, para que puedan ir después a la escuela y estar también en sus casas y ellos desayunaban y también almorzaban en el lugar gracias a la Municipalidad”, recordó la coordinadora y docente Norma Duarte.
Por la Asociación de Lustrabotas ya han pasado alrededor de 300 chicos desde su fundación y la maestra resaltó que todos ellos han terminado con sus estudios, encontrando buenos empleos y formado buenas familias.
Los niños y adolescentes recibían apoyo escolar en el salón, que estaba equipado con una biblioteca completa y una computadora, el único acceso a la tecnología para muchos de los pequeños. Además, los chicos tenían una pequeña cooperativa organizada por ellos mismos, en la cual depositaban sus ahorros para la compra de elementos de trabajo y emergencias médicas, familiares o escolares; todo el fondo recaudado también fue consumido por el fuego.
“No era una suma muy cuantiosa, pero significaba todo el esfuerzo, la organización y el ahorro de los chicos. Es muy triste”, lamentó Duarte. Los coordinadores de la organización contaron que la Dirección de Acción Social estaría previendo un nuevo local temporal para que puedan continuar con sus estudios.
No obstante, instan a la solidaridad de las personas para poder reponer los elementos de trabajo y la biblioteca que es tan urgente para los estudiantes. “Necesitamos libros para nivel medio y secundario. Desde historia hasta antropología, todas las materias que puedan donar. También perdimos elementos como lápices, hojas y cuadernos que son necesarios para que los chicos puedan volver a estudiar”, relató la docente.
Asimismo, para volver a trabajar y ganarse al menos un G. 20.000 por día, que es lo que en promedio obtienen los lustrabotas, necesitan reponer todos los elementos de trabajo. “Estudiantes de Acción Social de la UNA se encargarán de hacer las cajitas pero necesitamos los palets. Además de los betunes y cepillos”, agregó Duarte.
Por el momento, no solicitan apoyo monetario sino material, para poder acelerar el proceso de reposición de la organización. Los contactos de Calle Escuela son: (0984) 590 916 y (021) 507 477.