El fiscal se desentiende

El fiscal Carlos Alcaraz, quien encabezó la intervención donde la Senad baleó y mató a una niña, trató de desligarse de la responsabilidad en torno al procedimiento y añadió que “no puedo tener control efectivo” durante los operativos de esta naturaleza.

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El agente del Ministerio Público se refirió al procedimiento que llevó adelante el sábado juntamente con la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en un cañaveral de Nueva Italia, donde finalmente los agentes persiguieron a una familia, balearon en la cabeza a una niña e hirieron gravemente a otra persona.

La pequeña, de solo tres años, quedó con muerte cerebral y finalmente hoy se confirmó su fallecimiento en el Hospital de Trauma. Mientras, el tío de la menor, Alessandro Zanotti, de 30 años, permanece internado, debido a que sufrió heridas de bala en uno de los pulmones, un riñón, además de un refilón en la cabeza.

Al ser consultado por ABC Cardinal sobre el desenlace que tuvo el procedimiento, Alcaraz reconoció que estaba al frente del operativo pero rechazó que tenga responsabilidad alguna en la orden de abrir fuego contra la camioneta que conducía el empresario Ulrico Zanotti, quien iba acompañado de su hijo y su nieta.

Indicó que impulsó la orden de intevención en la propiedad privada, debido a que los agentes antidrogas le acercaron informes sobre la supuesta presencia de un camión repleto de droga. “Los agentes de la Senad realizan un trabajo investigativo y luego recurren a la Fiscalía, nos plantean una situación, nos comentan la información y con esa información nos vamos al juzgado a solicitar la orden de allanamiento; en este caso nos dieron detalles sobre la posible existencia de un camión cargado con marihuana”, explicó.

Aseguró que en su caso, como fiscal, “actuó de buena fe”, confiado en los datos que manejaba la Senad. “Yo soy agente fiscal hace un buen tiempo pero lastimosamente no tengo adiestramiento en uso de armas y estrategias; se supone que trabajamos con gente que está preparada, que tiene los conocimientos sobre el uso de armas”, manifestó al tirar la pelota hacia los “efectivos antidrogas”.

Al señalársele que como fiscal interviniente, él sería la cabeza del operativo y quien determina las acciones a seguir, señaló que “las indicaciones que damos se refieren al procedimiento en general y las órdenes de estrategia las dan sus superiores (de los agentes de la Senad)”.

Respecto a cómo responderá ante un sumario, reafirmó que “en todos los casos actúo de buena fe y lastimosamente no puedo tener un control efectivo en el terreno”.

Sobre el eventual error en los informes que manejaban, reafirmó que “el análisis que hacemos es sobre la base de la información que ellos (los miembros de la Senad) nos dan”. “Ellos nos hablan y normalmente viene el jefe de la dependencia, acompañado de los agentes que hacen la investigación, que manejan la información; ellos nos ponen sobre la mesa toda la información que manejan y si es creíble pedimos la orden de allanamiento”, apuntó para luego agregar que “en este caso la información que nos daban era bastante afirmativa”.

En otro momento, el fiscal fue abordado respecto a detalles del ataque de los agentes de la Senad a la familia Zanotti, pero se excusó señalando que se encontraba a varios metros del sitio. “Fuimos en un grupo de cuatro vehículos y el de la Fiscalía siempre es el último en entrar; cuando llegamos mi equipo ingresó a la vivienda para proceder a la búsqueda (de droga) y ahí me avisan que había una persona herida”, detalló.

Mencionó que estaba abocado a la búsqueda de la marihuana en un sector cuando le informaron sobre los balazos. “Cuando me entero que hay un herido y posiblemente una segunda persona herida, lo que hice fue suspender la búsqueda de la droga y me aboqué a requisar las armas de los intervinientes, pensando ya en una causa penal futura, que ya existe”, apuntó.

Al ser consultado respecto a cuántos fueron los agentes que dispararon contra la familia, insistió en que “yo no he visto la balacera”. “Por la información que recogí minutos después, me consta -por lo que me comentaron- que por lo menos cinco dispararon; puede que haya más pero por lo menos cinco dispararon”, manifestó.

Argumentó su falta de información sobre el ataque a la camioneta de Zanotti al ratificar que “nosotros llegamos uno a dos minutos después del encontronazo con el otro vehículo”.

En otro momento, el fiscal fue abordado sobre la hipótesis de la existencia de marihuana en el cañaveral. “Evidentemente eso (la existencia o no de la droga en el lugar) pasó a segundo plano al haber personas heridas”, refirió.

Alcaraz aclaró que no puede afirmar ni tampoco descartar la existencia de la carga durante el procedimiento. “No puedo asegurar ni sí ni no si estaba o no el vehículo cargado de droga en la zona; no puedo afirmar positiva ni negativamente porque no se hizo la búsqueda como corresponde (sic)”, señaló.

El agente del Ministerio Público aclaró que tampoco está en condiciones de insinuar siquiera algún vínculo de la familia Zanotti con el narcotráfico. “No puedo entrar a discutir esa información; muchas veces en propiedades grandes puede meterse un camioncito por una o dos noches, no afirmo que los dueños de la casa fueran responsables del camión”, indicó.

El juez Gustavo Amarilla, quien autorizó el procedimiento a pedido del fiscal, afirmó que los nueve agentes de la Senad y Alcaraz se extralimitaron. El magistrado reafirmó igualmente que “la responsabilidad está suscripta bajo control, dirección y responsabilidad del fiscal”.

Los uniformados antidrogas que quedaron detenidos luego de atacar a la familia Zanotti son: Nicolás Fernando Cáceres Oviedo, Cristian Omar Morán Galeano, Miguel Antonio Chaparro, Virgilio Amado Chávez Ortellado, José del Rosario Sánchez, Ignacio Alcides Sosa, Luis Ángel Servián Rotela, Emilio José Vall Sánchez y José Domingo López Orrego.

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