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En Quyquyhó, departamento de Paraguarí, existen dos bandos: uno que está a favor y otro en contra de la construcción de un asfaltado en el centro histórico de la ciudad. Los que están a favor escracharon la vivienda de Milda Rivarola, reconocida historiadora que vive allí y una de los que están en contra de la edificación del pavimento.
El escrache no fue pacífico. En fotos se pudo ver que algunas personas entraron a la casa de Rivarola y causaron destrozos. Supuestamente, fueron políticos de la zona, entre los que estaría Martín Samaniego, quienes “arrearon” a los manifestantes que están a favor del asfalto.
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El legislador conversó este lunes con radio ABC Cardinal y negó ser una de las personas que convocaron al escrache, aunque reconoció que durante varios años abogó por el proyecto de construcción del asfaltado, al que identificó como uno de los pedidos más históricos de la mayoría de los pobladores de Quyquyhó.
Samaniego indicó que la obra no afectará a los edificios del casco histórico, aunque Rivarola diga lo contrario. Afirmó además que alguien entró a la casa de la historiadora y causó desmanes, pero que no fueron las personas que hicieron el escrache.
“Particularmente, no estoy de acuerdo con esta forma de protestar”, expresó, al tiempo de informar que el proyecto del asfaltado seguirá adelante tras haber conversado con el ministro de Obras Públicas, Arnoldo Wiens.
El legislador contó además que Rivarola llamó a Silvio “Beto” Ovelar, presidente del Congreso, para discutir sobre la construcción de este asfaltado. Samaniego indicó finalmente que el escrache estaba resguardado por cinco patrulleras y que “estaba todo cubierto” en términos de seguridad.