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A medida que pasan los días se diluye cualquier intento de poder rescatar dicho cuerpo, atendiendo que desde ayer, todos los buzos que fueron contratados por los familiares, desistieron de la búsqueda. Con anterioridad hicieron lo propio, los buzos de la Armada Nacional y del cuerpo de bomberos del Brasil.
Solo un grupo de familiares y amigos del capitán desaparecido, de tanto en tanto navegan el río en la zona donde se produjo la tragedia, intentando ubicar con ganchos de hierros, sujetados a cuerdas, el resto de la embarcación, que aun se encuentra en la profundidad.
Estas personas tienen la esperanza de que el cuerpo del capitán permanezca atrapado en la cabina de madera, que fue desprendida del casco de hierro cuando fue estirada por una grúa, que logró sacar a la superficie esa parte de la embarcación.
Sin embargo, esta posibilidad es ínfima, y es como si se estuviera buscando una aguja en el pajar, como se dice vulgarmente, debido a la gran profundidad del río, a lo que se le suma la intensa corriente de las aguas.
Muchos creen que la estructura de madera de la embarcación, donde se encontraba la cabina y los camarotes, fueron totalmente destrozados por lo que nadie sabe con precisión dónde podría encontrarse los restos del capitán.
La embarcación “Sueño del Pantanal”, que se dedicaba al turismo de pesca en las aguas del río Paraguay, se disponía a bajar a los 16 turistas brasileños que participaron de 10 días de aventura, disfrutando de la pesca y la belleza de la naturaleza de la zona, cuando fue sorprendida por el temporal que lo tumbó y posteriormente precipitó su hundimiento.
El hecho se registro en la tarde del 24 de setiembre, a unos 50 metros de la ribera del río del lado paraguayo.
Pudieron salvarse en el momento 12 personas, de las cuales 5 eran turistas brasileños, los restantes 7 tripulantes de la embarcación; mientras que desaparecieron 14 personas, pudiendo rescatarse un total de 13 cuerpos; 11 de nacionalidad brasileña y 2 paraguayos.