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“Nosotros hemos concluido policialmente que dentro de la hipótesis están como autores materiales el señor Wilson (Acosta Márquez, hermano de Neneco); el señor Flavio Acosta (Riveros), el sobrino, y vinculado como autor intelectual, Wilson Acosta Marques, dentro de la investigación que se ha llevado adelante”, concluyó como parte de su declaración ante el tribunal el comisario Gilberto Fleitas, uno de los responsables principales de la investigación del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada.
Detalló que Flavio Acosta, a bordo de una motocicleta, desde tempranas horas del día del crimen venía siguiendo al corresponsal de ABC y reportándose vía telefónica con Neneco. En trabajo de campo se habló con “una persona que visualizó a uno de los sobrinos, Flavio, preguntando si la camioneta correspondía al señor Pablo Medina y luego de eso llamado no sabíamos a quién. A partir de ahí fuimos hilando los datos técnicos, cruce de llamadas y los trabajos de campo se hilaban con los datos técnicos”, afirmó Fleitas en su declaración.
En todo momento, el cruce de llamada entre Flavio (detenido en Brasil y con pedido pendiente de extradición) es constante con Acosta, además de que las celdas de celular lo ubican en el mismo lugar que Pablo Medina. Por ejemplo, alrededor de las 11:00, Pablo llegó al distrito de Crescencio González para una cobertura, mismo momento en que los registros celulares ubican Favio en la misma localidad.
Ya luego del constante seguimiento en los distritos de Ygatimí, Marquetti, 4 Bocas y Crescencio González, y una vez seguro de la ubicación de Pablo, Flavio y “Neneco” coordinaron el encuentro con Wilson, el otro presunto pistolero, quien inicialmente se encontraba en Ypejhú.
“A las 14:30, el señor Flavio y Wilson ya estaban en la misma antena, lugar donde ocurriera el hecho y se pudo corroborar técnicamente que el señor Wilson, antes que acuda a la escena de los hechos, estaba en Ypejhú”, explicó Fleitas.
Esto además coincide con la declaración de la testigo sobreviviente que previamente había identificado a Wilson como uno de los sicarios. “Ya en horas de la tarde (posterior al asesinato), surgió una información muy importante, ya en sede jurisdiccional donde se individualiza a uno de los hermanos Acosta como sospechosos”, remarcó el investigador.
Por su parte, el comisario César Silguero, otro de los protagonistas de la investigación, ratificó lo actuado y agregó que otro hecho importante fueron los allanamientos realizados, entre ellos a la sede de la Municipalidad de Ypejhú, donde encontraron la cédula del Arnaldo Javier Cabrera López, exchofer de Vilmar Acosta Marques, testigo que en este juicio cambió su versión, tratando de exculpar a Neneco.
A nombre de Cabrera figuraban la mayoría de las líneas utilizadas por Neneco.