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La sonrisa se dibujó en el rostro de Liz Ávalos cuando, anoche, los médicos le contaron que su querido Cerro Porteño le acababa de ganar al Mineros de Venezuela por 4 a 0.
La sonrisa aumentó cuando los médicos le dijeron que debía ingresar a cirugía para la operación de trasplante. La alegría que ella mostró fue indescriptible; es que desde el 6 de agosto pasado esperaba ese momento, porque ya quería salir del hospital, comentó la jefa de prensa del nosocomio, Aida Ledesma.
A las 22:00, los médicos comentaron a Gloria –mamá de la nena– que había un corazón disponible para su hija. Los estudios confirmaron lo más esperado: el órgano era compatible con la menor.
Los momentos de ansiedad aumentaron entre parientes y médicos; la nena poco o nada sabía, porque un bajón anímico le podía complicar la salud. Ella no entendía cómo otros niños salían rápidamente del hospital.
Es así que llegaron a las 3:30 de este jueves, cuando un grupo médico encabezado por Marcos Melgarejo y Hugo Recalde realizó la operación que finalizó con éxito a las 6:45.
La nena no experimentó el rechazo y ahora se debe esperar 48 horas para que su cuerpo acepte totalmente el órgano. “Estamos muy bien, pero las próximas 48 horas hay que esperar para ver cómo reacciona”, dijo la mamá a ABC Color.
La madre dijo que ya vio a su hija, aunque detrás de una mampara, y que se la nota en un buen estado. Recordó que la afección en el corazón se le detectó a su hija en febrero del año pasado.
Con esto, prácticamente finalizó el calvario de la familia, que es oriunda de Villarrica. La mamá y la abuela están sumamente agradecidas a la familia del donante.
El hospital se excusó de brindar detalles del donante, atendiendo a que su familia está de duelo, explicó Aida Ledesma.
Una victoria de Cerro Porteño fue el inicio de una jornada que terminó con una victoria de la vida, en la que resultó ganadora la pequeña Liz.