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En una entrevista concedida a M24 y reproducida por el diario El Observador, Mujica hace un análisis sobre la crisis desatada en Paraguay que culminó con la destitución, vía juicio político, de Fernando Lugo del poder y que derivó en la suspensión de nuestro país en el Mercosur.
Mujica señala que en Paraguay se manifiesta “a tambor batiente” que la “maniobra” tiene como “brazo instigante” a la dirección de “parte” del Partido Colorado. Señala que la ANR “venía perdiendo terreno” en las encuestas y “con esta jugada” quebró cualquier posibilidad de algún tipo de alianza entre el PLRA y los sectores que apoyaban al “actual” presidente, Fernando Lugo.
Dijo que la ANR está ligada al narcotráfico y que inclusive se lo conoce como el “narcocoloradismo”. Agregó además que el Congreso Nacional, que procesó el “golpe en los hechos”, negó de forma “chantajista” el ingreso de Venezuela al Mercosur.
Sobre la masacre de Curuguaty, ocurrida el pasado 15 de junio y que terminó con la vida de 17 personas, dijo que los policías fueron recibidos a tiros por “francotiradores” y no precisamente por campesinos.
“Inmediatamente se produjo una represión enérgica en la que murieron varios campesinos que no tuvieron al parecer ni arte ni parte en la violencia de estos sucesos”, señaló el mandatario uruguayo.
Dijo que el episodio en Curuguaty fue utilizado por la oposición de Lugo para el “sonado suceso” con el que se destituyó al mandatario. Señaló además que las tierras en cuestión, refiriéndose a Campos Morombí, estaban mal asignadas al exsenador Blas Riquelme, varias veces titular de la ANR.
José Mujica destacó que, un día antes de la salida de Lugo, el actual Presidente de la República, Federico Franco, ya expresó que en pocas horas iba a asumir el cargo que hoy en día ocupa.
Dijo que por este motivo se adoptó por la separación de Paraguay del Mercosur y de la Unasur, aunque los mandatarios hayan evitado expresamente que el pueblo paraguayo sufriera sanciones económicas.
“Una cosa es la decisión que tomó el Senado y otra la del pueblo paraguayo, que debe ser amparado en sus derechos y su realidad económica y social”, dijo.
“Para nosotros hay un atropello de carácter político innegable, no se puede jugar a la democracia si no que hay que mirar la hondura de los contenidos y de lo que está en juego. De ahí la razón de las decisiones que hemos tomado”, comentó.