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En el asentamiento ilegal que se encuentra dentro de la reserva de la estancia Pindó, invadida por centenares de personas autodenominadas sintierras, se encontraron alrededor de 15 improvisados aserraderos.
Además, se pudo observar a grupos armados que custodian los cargamentos de enormes rollos de madera y aserradas. Algunos sospechan que es un negocio de la propia Policía, que hace la vista gorda como siempre.
El sitio está ubicado en la jurisdicción de la localidad de Naranjito, distrito de Yvyrarobaná, departamento de Canindeyú. En las imágenes tomadas con una cámara oculta se puede constatar un sinnúmero de planchadas repletas de rollos de maderas, además de camiones cargando sin ningún problema.
Según los responsables de la estancia Pindó, el 80% de las maderas son extraídas a través de los caminos hacia la localidad de Santa Lucía, Nueva Conquista, Itakyry (Alto Paraná), Laurel, Santo Domingo y Naranjito (Canindeyú).
Uno de los camiones que se ve en las imágenes pertenecería al conocido maderero de Itakyry José Valenzuela, alias “José Loco”, procesado por tráfico de rollos en la reserva natural Campos Morombí, propiedad de la familia Riquelme, que -de paso- actualmente está sufriendo la peor devastación de los bosques naturales ante la inacción de las autoridades del medio ambiente, según las denuncias.
El fiscal del Medio Ambiente de Curuguaty, Jorge David Romero, indicó que las investigaciones fueron hechas como se debe. Sin embargo, destacó que no hubo apoyo por parte de la Policía para realizar los trabajos de expulsión o detención de las personas. Hay varios imputados por invasión y tráfico de madera, pero eso le compete a la Policía cumplir, agregó.
Todo el esquema de salvaje deforestación estaría dirigido por el principal líder de los invasores, Jorge Mercado Méndez, quien cuenta con orden de captura por el homicidio del productor agrícola Aldo Socoloski de Oliveira (23), ocurrido el 29 de octubre de 2016.
Según los antecedentes, en aquella oportunidad, unos diez encapuchados fuertemente armados, presuntamente liderados por Mercado Méndez, atacaron a tiros al joven. La víctima estaba trabajando con su tractor en la preparación de tierra para el cultivo de granos.
Los criminales salieron de una zona boscosa y luego de consumar el asesinato se ocultaron nuevamente entre los árboles, según el informe de la Policía Nacional. El inmueble donde ocurrió el crimen colinda con una propiedad invadida por los supuestos campesinos sin tierra.
En la región existe una confrontación de larga data entre presuntos invasores de inmueble y productores agrícolas, especialmente de origen brasileño.