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El esperado concierto gratuito fue muy difundido en la ciudad y la gran noche de la presentación de los integrantes de la Orquesta de Marquetalia y de la Sinfónica Municipal no pudo ser en la iglesia por la falta de sensibilidad, solidaridad, y prepotencia del sacristán Andrés Jara y el líder de un grupo pastoral Juan Carlos González, según la denuncia.
Los organizadores de la Orquesta Sinfónica Municipal habían conseguido hace dos semanas el permiso del párroco, Mons. Digno Benítez.
“Cuando llegaron los chicos acababa de terminar la misa y les dijimos que ingresen para ubicarse para el concierto. Ahí nomas les dice fuera, fuera el sacristán y les echó a todos. Los chicos fueron muy maltratados, pasaron un malísimo momento y gracias a Dios se habilitó el Teatro Municipal para el concierto. Es algo que no puede ocurrir, porque la iglesia es de todos”, manifestó la Dra. María Luisa Brunelli, vicepresidenta de la comisión Barrio Seguro.
Brunelli lamentó que cuando uno va a la iglesia se pasan predicando el amor a Dios y al prójimo, sin embargo en el ejemplo, no se traduce sus palabras. “Predican el amor a Dios, el amor prójimo y nos maltratan. Nos echan”, se quejó.
Rosana Franco presidente de Barrio Seguro, señaló que no les permitieron ingresar con la excusa de que el grupo pastoral tenía una reunión. “El líder del grupo un señor de apellido (Juan Carlos) González junto con el sacristán frente al altar se ponen a gritarnos a nosotros que ellos tienen que reunirse y que buscáramos otro lugar” acotó.
Carolina Barreto funcionaria de la Dirección de Cultura de la Municipalidad señaló que se hicieron todos los pasos para el éxito del espectáculo, que iba a ser una motivación para niños y jóvenes, que ansiaban mostrar su talento.
“Hace un mes vienen practicando de mañana, tarde y noche inclusive, para brindar un lindo espectáculo a la ciudadanía sanlorenzana y realmente fue un bochorno. No esperamos eso de gente que acude la iglesia, y justamente en la casa de Dios”, dijo.
Lamentó que en vez de ver como una oportunidad para que el grupo de la iglesia disfrute del espectáculo les haya echado del templo, en señal de egoísmo. “Este grupo pastoral debía de valorar lo que estos chicos están haciendo, y disfrutar de un espectáculo gratuito”, indicó.
Incluso llegó al sitio el chofer de Mons. Sebelio Peralta a decirle a grupo de la iglesia que se había concedido el permiso pero ante los gritos, los niños y jóvenes ya se habían ido al teatro municipal.
Intentamos ubicar al sacristán pero ya se había ido. Hablamos con Juan Carlos González quien indicó que fue un malentendido, una falta de comunicación interna y afirmó que no hubo maltratos, a pesar de que gente que presenció asegura que sí.
OTRO CASO
Ya en abril de 2011 el sacristán, quien en ese entonces era otra persona, había negado las sillas de la iglesia para que niños del comedor Madre Teresa de Calculta pudieran almorzar. A raíz de ello tuvieron que comer parados y otros arrodillados.