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El documento fue enviado el 21 de noviembre del año pasado por el jefe de la sección Robos y Hurtos, subcomisario Abelardo Acosta, al titular de la Unidad Penal N° 1 de la Fiscalía Barrial N° 6, Marcelo Conigliaro Ruttia.
Los uniformados investigados son los soldados profesionales Julio César Escobar Portillo, de 19 años, y Fernando Isaac Aguilera Sosa, de 18, ambos domiciliados en Areguá, pero que en ese momento prestaban servicios en el Comando del Ejército, según los datos.
La grave denuncia fue formulada por una joven de 22 años, quien relató en ABC Color que la noche del 31 de octubre del año pasado fue prácticamente raptada por Julio Escobar, quien la siguió hasta una estación de servicios de Areguá y bajo amenazas la obligó a subir a su motocicleta.
La joven recordó que el citado militar (de quien dijo era su amigo) condujo su motocicleta por unos 50 minutos hasta ingresar por un acceso lateral al predio del Cuartel General del Comando del Ejército, también conocido como la ex Caballería, situado en la Autopista Ñu Guasu y avenida Doctor Semidei, en la zona de Loma Pytá, Asunción.
Escobar llevó a la joven hasta un polideportivo que funciona dentro del predio militar y después la metió a un baño, donde también apareció su camarada Fernando Aguilera.
Según la denuncia de la chica, quien hasta ahora evidencia secuelas psicológicas del trauma que pasó, los dos jóvenes militares la sometieron sexualmene aproximadamente hasta las 03:00 del 1 de noviembre y por momentos aparentemente también la filmaban cuando era violada.
En todo momento, la mujer rogaba a sus agresores que se detuvieran, pero estos no desistieron ni siquiera cuando la chica les contó que se había operado recientemente de apéndice y que tenía una herida aún en proceso de cicatrización.
Tras cometer el deleznable hecho, los uniformados la dejaron sola en el baño, hasta que poco antes de que amaneciera la joven fue encontrada por otro militar que se disponía a abrir las instalaciones. Por temor a volver a pasar lo mismo, la mujer le dijo al militar que la encontró que se había extraviado y este le indicó a encontrar la salida del cuartel.
Finalmente, la víctima fue ayudada por otra persona, que la llevó hasta la parada de ómnibus, desde donde regresó a su casa de Areguá. Luego del suceso, la temerosa joven llamó al Sistema 911 y pidió ayuda a la Policía, cuyos agentes le recomendaron que hiciera la denuncia en la comisaría jurisdiccional de la ex Caballería, en este caso la 22ª Metropolitana.
Una vez que la mujer radicó la denuncia, también se dio participación al Ministerio Público, pero el fiscal Conigliaro, pese a que ya pasaron casi tres meses de la violación, ni siquiera llamó a declarar a los acusados.
En contacto con radio ABC Cardinal, el representante del Ministerio Público manifestó que se trata de un caso muy complejo y difícil de investigar, porque supuestamente uno de los militares (Julio Escobar) era en aquel entonces la pareja de la joven violada, lo cual ella negó. Sin embargo, el fiscal admitió que aparentemente la mujer sí fue sometida por el otro soldado (Fernando Aguilera), en lo que él mismo fiscal calificó como un acto “no consentido”.
A casi tres meses del hecho y a dos meses de que la Policía pidiera la detención de los sospechosos, estos continúan libres e impunes.