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Una misión técnica de la empresa chilena Vecchiola Ingeniería & Construcciones S.A. visitó las cooperativas del Chaco Central y la Municipalidad de Mariscal Estigarria, para manifestar su interés en pavimentar la Picada 500 hasta Pozo Hondo (213 km).
Una de las especialidades de la empresa es la construcción de caminos y el Ing. Claudio Rodríguez dijo que vienen al país dentro de un plan estratégico de negocios, con el interés de abrir una sucursal en nuestro país, porque “vemos a Paraguay como una alternativa, un país confiable, donde existen hoy muchas posibilidades de desarrollar negocios”.
Se habló de la construcción de la Picada 500, que posibilitaría conectar el país vía terrestre con los puertos chilenos, ya que la construcción de un asfaltado hacia Misión La Paz, localidad al otro lado de Pozo Hondo, está casi terminada. El intendente Elmer Vogt (PQ) acogió con satisfacción la idea de asfaltar la Picada 500 y opinó que el mismo proyecto debería incluir el pavimento de algunas calles de la ciudad.
Rodríguez consideró que el asfaltado de la Picada 500 se podría concluir entre 24 y 30 meses, con una base granular y sub-base de cal y una carpeta asfáltica de siete a ocho centímetros en caliente, teniendo en cuenta un tránsito inducido por el desarrollo que arrancaría la ruta. Según las fuentes, la Secretaría Técnica de Planificación pondría en licitación en breve un estudio de factibilidad para el asfaltado Mariscal Estigarribia–Pozo Hondo.
Fuentes del sector cooperativo señalaron que la exportación vía marítima hasta ahora es más barata. Así, por ejemplo, el presidente de la cooperativa Fernheim Heinrich Ratzlaff indicó que el envío de carne vía marítima a Hong Kong o Israel es entre US$ 1.500 y US$ 2.000 por tonelada más barata que el transporte de carne vía terrestre a Chile.
Por otro lado, existe también mucho escepticismo en cuanto al mantenimiento de asfaltados en el Chaco, teniendo en cuenta el olvido crónico por parte del gobierno central en cuanto a los caminos chaqueños, como es el caso de la Transchaco, dejándola caer en pedazos. La misión chilena indicó que en su país todo el mantenimiento de las rutas está a cargo de los gobiernos regionales, con capacidad técnica y financiera para cumplir con el compromiso.
En 2000 y 2001, el gobierno central dejó fuera del programa de corredores bioceánicos a la Picada 500 para favorecer la construcción del tramo Mariscal Estigarribia–La Patria. En aquel entonces, en una audiencia pública, los más de 500 participantes unánimemente pidieron el asfaltado de la Picada 500, pero tanto los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) como la consultora Stanley Ingser (que cobró US$ 750.000 para el Estudio de Impacto Ambiental) señalaron que la audiencia era solo protocolar y la decisión ya se había tomado.