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La carga fue requisada el sábado 11 de enero en la zona de Zanja Pytã, fue depositada en la Jefatura de Policía del Amambay por disposición fiscal y ante las sospechas de que los narcotraficantes podrían intentar rescatar la droga, se ordenó guardar la carga en la armería de la Jefatura.
Sin embargo, el sábado 17 de enero en horas de la madrugada sin violencia alguna una camioneta ingresó hasta el patio de la gobernación que linda con la sede policial y ayudados con una escalera subieron la muralla y entraron a la Jefatura a llevar los 252 kilos de cocaína, sin problemas.
Desde ese momento comenzaron a aparecer las maniobras extrañas, como ser que la misma Policía tenía la información que los narcotraficantes iban a intentar rescatar la droga y pese a conocer sus limitaciones de seguridad, nunca se informó eso a la Fiscalía. Tampoco se pidió a la Senad que lleve bajo segura custodia la cocaína.
La Senad cuenta con una fortaleza en Pedro Juan Caballero, donde existen bóvedas de seguridad y el lugar es impenetrable. Esta base fue construida con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos y se invirtió más de medio millón de dólares, para dotarla de la máxima seguridad, sin embargo nuca se pensó en llevar la carga requisada a ese sitio.
Otra de las grandes incógnitas es cómo la camioneta en la que según las primeras versiones iban dos hombres fuertemente armados y una mujer, ingresaron hasta el mismo patio de la gobernación, sacaron una escalera, la apoyaron contra la muralla, ingresaron a la Jefatura y sin problemas cargaron los paquetes de cocaína y se retiraron sin inconveniente alguno.
Todas las mirada ahora apuntan al gobernador Pedro González, para saber cómo es que en horas de la madrugada ingresa un vehículo con gente armada y se lleva una carga de droga.
Los concejales departamentales César Augusto Quevedo Isnardi (PLRA) y José María Luis Bogado Martínez (ANR) están sindicados por la Policía como los que estaban escoltando la droga el día en que fue requisada y ahora llama la atención que los traficantes ingresaron a la gobernación para llegar a la jefatura y llevarse la cocaína.
Luego de eso vino el sumario para los 17 policías que estuvieron de guardia cuando se robo la droga. Los suboficiales Santiago Ferreira Coronel, Lucio Recalde y Celso Fleitas fueron imputados y el más complicado es el último de ellos quien era el encargado de la llave de la armería donde estaba la carga.
Uno de los policías imputados está colaborando con la investigación, está aportando datos muy importantes, pero ya se filtró esta ayuda, pero como no se sabe quién es el que está hablando, los narcotraficantes hicieron llegar a los policías amenazas de muerte.
Por esa razón los imputados serán trasladados hasta Asunción en la Agrupación Especializada, para garantizar la vida de los mismos. En Pedro Juan Caballero, no se pude confiar en nadie, la ciudad se volvió muy peligrosa para los agentes de policía implicados en la desaparición de los 252 kilos de cocaína.