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En conferencia de prensa, el funcionario señaló que el lunes pasado se llevó a cabo una reunión en Curitiba (estado de Paraná) con los interesados en adquirir la energía de Acaray. Dijo que, antes de hablar de precios y otras condiciones, primero hay que definir la forma física de transmitir la energía desde nuestro país hacia territorio brasileño.
Explicó que esto se debe a que hay una gran diferencia de frecuencias entre los sistemas eléctricos de Paraguay y de Brasil. Acotó que nuestro país genera en 50 Hertz y el vecino, en 60 Hertz. Afirmó que esa diferencia, técnicamente, se resuelve con equipos llamados conversores, que décadas atrás funcionaban. “El problema es que esto ocurría décadas atrás; hoy, los conversores ya no se encuentran en condiciones, no solo tecnológicas, sino también operativas”, dijo.
Añadió que es un problema que se debe salvar, quizás, como se hacía antes: a través de una línea de COPEL (Companhia Paranaense de Energia). “Pero tenemos que hablar (todavía) de ese conversor, sobre quién correría con la inversión necesaria, si la conversión se va a hacer en el lado paraguayo o brasileño”, expresó.
Dijo que otra situación complicada es el aspecto legal, que en el Paraguay es mucho más simple que en el Brasil, que es un mercado mucho más complejo, muy regulado, por lo que el problema afecta mucho más al lado brasileño.
Expresó que eso también es un motivo de análisis, siempre con la meta de que nuestro país obtenga todas ventajas que le convienen, y asegurarse de hacer el mejor negocio. “Quedamos con tareas y seguir conversando por diversos medios, y en el mes de julio vamos a volver a reunirnos para dar el siguiente paso”, subrayó Causarano.