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Estas motocicletas fueron llevadas hasta los corralones de la Patrulla Caminera tras ser incautadas a conductores que cometieron diversos tipos de infracciones.
Al permanecer años estacionadas, las motocicletas acumulan agua y suciedad, convirtiéndose en criaderos del aedes aegypti, transmisor del dengue, el zika y la chikunguña.
Muchos son los vecinos del cuartel de la Patrulla Caminera de San Lorenzo que se quejan diariamente por la acumulación de motocicletas chatarra en este auténtico “cementerio de biciclos”.
Pese a que desde el año pasado de aguarda la reglamentación de este ley que les permitirá a la Caminera darle un uso a estas motos, y dejar de acumularlas, el tiempo sigue pasando y en el parlamento aún no hay una sanción al respecto.
“Apenas después de su reglamentación nuevamente la ley fue modificada por el Congreso y tuvo una media sanción. De ahí fue al Senado. Después del receso parlamentario, a la vuelta, se aprobó en Senado y aún está pendiente en Diputados, que está realizando modificaciones. Tienen que revisarlo para que finalmente vaya al Ejecutivo y sea sancionado”, explicó el inspector de la Patrulla Caminera, Silvio Ruiz Díaz.
Al consultarle a Ruiz Díaz los motivos por los cuales demora tanto la sanción de esta ley, el inspector respondió que muchos discuten el hecho “de que no sea posible que por una infracción de tránsito uno tenga que perder su motocicleta”.
Por lo pronto, desde la Patrulla Caminera lo único que piden es que se dé una decisión cuanto antes. “Nosotros entendemos que cualquiera sea la determinación, será interesante, comparado a no tener un instrumento legal en el que basarnos”, aseveró Silvio Ruiz Díaz.
Entretanto, como el cuartel de San Lorenzo ya no dispone de espacio, habilitaron tres depósitos a la intemperie en la región del Chaco, en otros cuarteles de la Patrulla Caminera.
Ruiz Díaz lamentó que la problemática siga siendo la misma y, pese a los años que transcurran, no se encuentre una solución. “Muchos tienen un combo de carencia de licencia, alcotest positivo, falta de cascos. Las multas, por lo general, ascienden a poco más de G. 1.000.000, por lo que, al salirles mucho más caro, optan por abandonarlas”, recordó el inspector.
Finalmente, Ruiz Díaz aclaró que, en caso de darse la aprobación para proceder al remate de los biciclos, estos solo podrán ser utilizados por partes, dándole utilidad a los repuestos. “La idea ya no es para darles un uso, pues ya son inservibles realmente”, comentó.