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A tempranas horas de este viernes, la comitiva de profesionales enviada por el Senacsa recorrió el asentamiento donde se produjo la muerte de más de 300 animales, entre aves, bovinos y cerdos, desde inicios de agosto. La misma está compuesta por los doctores Carlos Ramírez, responsable de Sanidad Animal; Norman Ramírez, epidemiólogo; Lucas Cardozo, patólogo, Mario Britos coordinador y José Gaspar Encina, jefe de la unidad zonal de Senacsa en el departamento de Canindeyú.
Los profesionales estuvieron acompañados del fiscal ambiental, Benjamín Maricevich, y conversaron con los lugareños a fin de conocer mayores datos acerca del preocupante fenómeno que ha dejado severas consecuencias económicas en los pobladores afectados. La charla se concentró en la organización de la toma de muestras de sangre y heces de aquellos animales que están con vida y así conocer el proceso evolutivo en el caso de los animales que murieron.
A la fecha, son cinco los animales con síntomas sospechosos y tres de ellos se encuadrarían dentro de una patología denominada piroplasmosis, conocida también como tristeza bovina, enfermedad transmitida por garrapatas; en efecto, los ejemplares verificados están con una alta carga de parásitos de este tipo, mientras que otros presentan hematomas en el muslo derecho, párpados hundidos y una fiebre de 40 grados, informó el corresponsal de ABC Color Pablo Medina.
La otra posibilidad es la del carbunclo bovino o comúnmente conocida como mancha pe, es una infección producida por una bacteria que puede afectar a casi todos los animales de sangre caliente y que presenta la particularidad de que el animal puede comportarse de manera normal, pero luego muere de forma súbita. Los síntomas son fiebre, convulsiones y dificultad para respirar.
Los especialistas recalcaron que ambas patologías solo pueden tomarse dentro del campo de la presunción y que los resultados serán los que determinen la causa de muerte. Se prevé contar con éstos durante los primeros días de la próxima semana.
Mientras los médicos se retiraban del lugar, llegaron técnicos del Servicio Nacional de Calidad y Calidad Vegetal y de Semillas, para verificar si hubo una fumigación en las parcelas que rodean al asentamiento, que pertenecen a colonos brasileños dedicados mayormente al rubro sojero.