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El lugar es prácticamente terreno de nadie, que actualmente sirve como aguantadero de drogadictos que ensucian el lugar y escriben por la reliquia, y además para parejas que aprovechan la oscuridad y la gran cantidad de malezas, según indicaron los vecinos.
Por otro lado, los terrenos contiguos no cuentan con calles, por lo que a menudo los lugareños utilizan el predio para la entrada y salida por el lugar.
Wenseslao González, adquirió una propiedad detrás del monumento y empezó cercar el predio, generando todo tipo de suspicacias, porque supuestamente estaba alambrando el sitio histórico. Además fue cuestionado por usar el terreno como calle vecinal.
El intendente municipal Teodosio Gómez (PLRA), reconoció que el terreno, de unas tres hectáreas, no está titulado y que la comuna está abocada a realizar una mensura administrativa y judicial para que quede como predio municipal. “Hemos hecho las averiguaciones sobre el terreno y no figura en el Ministerio de Defensa y mucho menos en el Ministerio de Educación (MEC), porque es un patrimonio histórico. Ahora estamos trabajando para la titulación a nombre del municipio”, expresó Gómez.
El jefe comunal reconoció además que el lugar se encuentra en total estado de abandono y prometió limpiar de inmediato. “Usamos el predio del monumento para entrar y salir, porque tenemos que abrir la calle que figura en el lindero y yo solo alambré mi propiedad y con los vecinos limpiamos parte del monumento que está muy sucio”, expresó González.
Eusebio Montiel, un antiguo poblador de la zona, comentó que aproximadamente en la década de 1970 estudiantes de la capital del país llegaban al lugar para hacer campamento del 21 al 27 de diciembre, en recordación de la batalla de los siete días de Lomas Valentinas. Actualmente un grupo de jóvenes de la zona trabajan para hermosear las calles y el sitio del monumento.