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La visita del obispo es motivo de mucha alegría y emoción en la comunidad, teniendo en cuenta que es muy apreciado por los feligreses. Asimismo llaman la atención el carácter jovial y la sencillez del prelado que realiza su recorrido en carretas, a caballo o caminando con los vecinos.
Así mismo monseñor Valenzuela no tiene inconveniente en prestarse a ejecutar unos tiros libres penales con jugadores de los clubes deportivos a donde va, ante la algarabía de los presentes. La gira pastoral se inició el 10 de marzo y culminará el próximo 23 de marzo, según mencionaron desde la Diócesis de Caacupé.
Esta es la primera visita pastoral de monseñor Valenzuela a la feligresía católica caacupeña, por lo que despierta mucha emoción en los vecinos.
El obispo expresó su alegría y dijo sentirse gratamente sorprendido por el recibimiento que tiene en cada comunidad. “No esperé tanta expresión de afecto. Esto me compromete aún más en mi labor como pastor de esta bella ciudad mariana”, manifestó.
La visita pastoral es una de las formas con las que el obispo mantiene contacto personal con el clero y con los otros miembros de la Iglesia. Es una oportunidad para reanimar la energía de los agentes evangelizadores, felicitarlos, animarlos y consolarlos.
El obispo tiene la obligación de visitar la diócesis cada año total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la diócesis entera.