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El obispo de Misiones y Ñeembucú señaló que los males de esta modernidad se manifiestan de diversas formas, como la drogadicción y el alcoholismo, las mentiras a los jóvenes, la falta de trabajo y de oportunidades para estudiar, la pobreza y extrema pobreza.
“Las autoridades dicen que estamos cada vez mejor económicamente y, sin embargo, la miseria aumenta y mata la esperanza de los jóvenes, quienes no pueden salir de la pobreza”, apuntó monseñor Medina. "Hay mucha mentira, inseguridad, falta de salud y educación y fuentes de trabajo", expresó el obispo diocesano.
Añadió que en la actualidad mandan los imperios y grupos empresariales que incluso quieren disminuir la capacidad del Estado. “Quieren un Estado débil, de manera que se haga la decisión de los grupos con grandes poderes económicos”, dijo. Señaló que hace falta fortalecer la familia y la juventud a fin de mejorar la sociedad. “Los ciudadanos tienen que administrar los bienes del país, el bien común, y para administrar con honestidad necesitamos educación y formación cívica”, expresó el obispo.
Sostuvo que la formación debe ser integral, cristiana y humana a la vez. “Un buen cristiano puede ayudar el crecimiento económico y social”, manifestó. Según el obispo, la salud es otra cuestión pendiente del Gobierno, porque no hay medicamentos y eso se nota en muchos hospitales y el Instituto de Previsión Social (IPS).