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A lo largo de la ruta Transchaco, en zona de Mariano Roque Alonso, se puede ver a cientos de personas apostadas en las paradas a la espera de un bus que las acerque hasta sus lugares de trabajo o de estudio. Algunos salieron de sus hogares mucho más temprano de lo habitual, justamente por la medida de fuerza de los gremios sindicales.
Un equipo de ABC Color conversó con algunos usuarios que cuestionaron la realización de la huelga. Según dijeron, la medida afecta directamente al sector al que supuestamente los organizadores representan, es decir, la clase trabajadora que -en algunos casos- debe tomar hasta dos buses para cumplir con sus obligaciones diarias.
Lourdes López señaló que todos los buses que se dejan ver por la Transchaco están repletos y no alzan pasajeros; aquellos que tengan la suerte de abordar alguno se exponen a un peligroso viaje en la estribera, o bien, corren el riesgo de que las unidades se topen con algún cierre de calles.
“No estoy de acuerdo con la huelga porque el pueblo siempre es el que termina sufriendo; además, nos descuentan si llegamos tarde. Posiblemente, hoy los jefes nos tengan en cuenta, pero pasadas las dos horas de retraso ya nos descuentan”, expresó a su vez Cristel Benítez.
La huelga trae consigo un importante congestionamiento vehicular en los puntos de acceso a Asunción, donde los manifestantes efectúan cierres intermitentes de calles y avenidas, además de la falta de buses.