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El objetivo principal de la misma será la ubicación de personas que han cumplido sus condenas en el mercado laboral, en los diversos oficios que aprendieron durante su encierro. La oficina funcionará en un local ubicado al lado del correccional de mujeres Casa del Buen Pastor, sobre la avenida Mariscal López.
Para el efecto, se creará una base de datos de los internos, con información sobre su conducta, así como su fecha de liberación. Asimismo, se contactará con empresas cuya búsqueda de personal esté orientada a las distintas habilidades de los internos. “Por ejemplo, el mercado laboral está ávido de costureras; piden más de 350 costureras y nos interesa mucho vincularles con las internas del taller de costura. También hay otros oficios”, explicó la viceministra de Política Criminal, Carla Bacigalupo.
La reinserción laboral es fundamental para la reinserción social del individuo, motivo por el cual tanto la Pastoral Penitenciaria, a cargo del sacerdote Luis Arias, como funcionarios del Ministerio de Justicia realizan las intermediaciones para la ubicación de los exinternos en el mercado laboral. De los diez exconvictos que ocupan el albergue pospenitenciario inaugurado en enero último, cuatro ya tienen trabajo. Según los datos, dos trabajan en un supermercado, mientras otros dos han sido contratados por el senador Arnoldo Wiens.