Ministro cuestiona a médicos que se niegan a recetar fármaco

El ministro de Salud, Carlos Morínigo, cuestionó hoy a los médicos que no recetan un medicamento oncológico argentino adquirido por el Gobierno porque esperan un supuesto dictamen internacional para decidir su prescripción o no.

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El fármaco Bevacizumab de Bioéticos fue adquirido en febrero por Salud mediante una licitación a pedido de Instituto Nacional del Cáncer (Incan). El producto es empleado para el tratamiento de pacientes oncológicos en países como Argentina y Ecuador, además del Hospital de Clínicas, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, explicó el ministro durante un acto oficial.

Sobre la decisión del grupo de médicos de no prescribir el biosimilar de origen argentino, Morínigo dijo a ABC que es lamentable la postura de estos profesionales del Incan, ya que afecta directamente el tratamiento de los pacientes oncológicos.

“Están poniendo en tela de discusión la capacidad de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria, órgano rector encargado de otorgar los registros con base en una serie de protocolos establecidos internacionalmente. Con esta actitud estamos declarando que las entidades rectoras nacionales son inútiles y si permanecemos en esta postura tendremos que pedir un arbitrio internacional para cada decisión que tomemos desde el Gobierno", manifestó.

Aseguró que el medicamento funciona y destacó que la eficacia del producto está comprobada científicamente con base en estudios clínicos. “Es por eso que la Dirección de Vigilancia Sanitaria otorgó el registro a este medicamento. Quiero desmentir además las declaraciones malintencionadas de algunas personas que dijeron que son obligados 'con pistola' para que receten este medicamento”, refirió Morínigo, en directa alusión a los comentarios del Dr. Luis María Alarcón, jefe de Oncología Médica del Incan, en ABC Cardinal el lunes.

Agregó que es una obligación ética y moral del médico prescribir el medicamento correspondiente al paciente que lo requiere y de esta manera garantizar su tratamiento.

“El paciente es nuestra responsabilidad y como médicos debemos asumir esa responsabilidad. Obstaculizan el tratamiento de los pacientes que necesitan, privándolos de acceder a este fármaco que cuesta G. 18 millones el frasco y actualmente se encuentra en desuso en el ministerio, porque se está esperando un dictamen internacional", reiteró. 

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