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Hoy se cumplen 60 años del paso de la imagen de la Virgen de Caacupé por el río Tebicuarymí, en Itapé, razón por la cual Mons. Ricardo Valenzuela Ríos, obispo de la diócesis de Villarrica, ofició una misa central que arrancó a las 06:30. Las actividades continuaron con la procesión de unas 80.000 personas que acompañaban la imagen de la Virgen hasta el santuario natural, informó el corresponsal de ABC Color en la zona, Pablo Ortiz.
No faltó la tradicional procesión acuática. Miembros de la asociación de canoeros local hicieron cruzar la imagen de la santa patrona a través del mismo cauce, recordando el venerado acontecimiento. El día de la Virgen del Paso representa la mayor celebración religiosa del departamento de Guairá, que viene a ser además la segunda fiesta mariana más popular del país, luego de la de Caacupé.
La Virgen tenía que ir en el mes de setiembre de 1954 a Itapé, pero una lluvia torrencial inundó la pista de aviación que se utilizaba en Pilar, donde se encontraba en ese momento. Recién tres meses después (diciembre), la imagen arribó a esta ciudad en donde se quedó durante tres días. Posteriormente, la Virgen debía ser trasladada a la ciudad de Coronel Martínez, pero por la lluvia los caminos se encontraban intransitables. Se eligió hacer cruzar a la Virgen a través del río Tebicuarymí, por el lugar llamado anteriormente Paso Tuyá, hoy conocido como Paso de la Virgen o Tupãsy Paso.
Esta misión estuvo a cargo de cuatro hombres, que llevaron la imagen al “hombro”. Eran seguidos por gran cantidad de personas, mientras que otras permanecían en la orilla. Desde entonces empezaron las procesiones además de darse algunos milagros en ese lugar, según los pobladores.
El primer milagro ocurrió el sábado 7 de diciembre de 1957. Durante una velada seguida de baile con elección de reina, las personas que se hallaban en el lugar empezaron a gritar que salían peces del río. Según recordó uno de los testigos, el padre Nelson Vega, “todos corrimos y, mil metros antes, ya podíamos escuchar el ruido de los animales amontonados en el agua”. El milagro estaba en que esos peces aparecieron unos metros aguas arriba del paso de la Virgen. “No había lugar donde pisar porque los peces venían pegados, como si fueran manos unidas para rezar el bendito”, recordó el sacerdote.
La localidad de Itapé se encuentra en la ribera del río Tebicuarymí y el ingreso en vehículos se realiza por Coronel Martínez. Esta semana, miles de devotos llegaron peregrinando hasta el santuario.