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“Es como una milanesa común; puede hacerse frita o al horno. Nosotros la hacemos frita, pero eso ya depende del gusto de cada uno”, explica Rosana Galeano, del grupo de productoras aregüeñas que estuvieron tras la idea de este innovador menú, que, por si a alguien le sobran dudas, es salado y no es guarnición.
El marinado es similar al de una milanesa común. “Nosotros le ponemos salsa de soja y pimienta. Luego lleva el huevo, harina y galleta molida”, antes de pasar al aceite caliente, mencionó Galeano.
Tal vez el único secreto sea el punto del mango: se utiliza el rosa porque la fruta es más grandes, con menos fibra y con la semilla más pequeña, lo que permite cortarla en rodajas para lograr la forma de las milanesas. “No tiene que estar tan verde ni tan maduro, sino en un punto medio”, deja como consejo la cocinera.
También comentó que esta inusual receta surgió como muchas en la cocina, mediante “prueba y error”, y terminó teniendo un primer comensal inesperado.
“Estábamos con las compañeras pensando qué podíamos hacer este año, y dijimos por qué no una milanesa y una especie de papas fritas de mango. Finalmente, los bastones de mango fritos no funcionaron, pero sí la milanesa”, explicó, y comentó que justamente en esa ocasión estaba por el lugar el ministro del Interior, Tadeo Rojas, quien fue el primero en probar las milanesas.
Invitaron para el próximo fin de semana, en que los visitantes tendrán la oportunidad de degustar platos como la milanesa de mango, pollo agridulce o cerdo con salsa de esta fruta, más una guarnición, desde G. 10.000. Todo esto, además de la diversidad de propuestas dulces.