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Desde el secuestro del colono menonita Abrahán Fehr a principios del pasado mes de agosto, los habitantes de la colonia Manitoba viven con temor constante por la presencia del grupo criminal autodenominado EPP, que tan solo el pasado domingo volvió a golpear en la zona, derribando una torre de distribución de electricidad y dejando sin energía a más de 700.000 personas en cinco departamentos.
“No sabemos qué es lo que va a pasar”, dijo un colono cuya identidad no fue revelada por cuestiones de seguridad, en comunicación con Radio Canal 100. El colono describió que hasta hace poco la vida se desarrollaba con normalidad en la colonia Manitoba, pero eso cambió desde el secuestro de Fehr el mes pasado. Desde entonces, “todos están con miedo, nadie sale a las chacras para trabajar”, lamentó.
Según comentó, una vez que oscurece todos los colonos se quedan en sus respectivas casas, angustiados por la incertidumbre reinante. Añadió que la colonia “está sin dinero, las familias también; la cosecha salió poco”, por lo que juntar los US$ 500.000 que el EPP exigió para la liberación de Fehr es una imposibilidad.
El colono anónimo dijo que algunos senadores y el ministro del Interior, Francisco de Vargas, se reunieron con ellos y les dijeron que están haciendo todo lo que pueden para solucionar la situación, algo sobre lo cual los colonos aún mantienen la fe. Sobre las denuncias de que el EPP realizó la semana pasada nuevas amenazas y exigencias a los colonos, incluyendo demandas de no plantar soja, el colono dijo no estar personalmente al tanto, aunque oyó rumores.
Lamentó la falta de garantías con la que deben lidiar y las constantes amenazas del EPP, que intenta imponer pautas sobre cómo plantar y dónde. “Si no podemos plantar más para qué vamos a estar en Paraguay”, se preguntó. El poblador recordó que las colonias menonitas se sustentan en los trabajos en el campo. "Nuestro trabajo es la agricultura", manifestó. Al ser abordado sobre los rubros más explotados, indicó que en mayor medida se planta maíz y soja.
Con respecto a si percibe seguridad para seguir con las labores en la zona, el colono se mostró esperanzado en las promesas de las autoridades que acudieron hasta la zona, quienes dieron garantías para continuar con las plantaciones. Sin embargo no pasaron muchos días para que el EPP diera otro golpe y derribara una torre de la ANDE a solo 1.000 metros de la vivienda de Abrahán Fehr, a quien secuestraron tres semanas antes.