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El menor de 13 años asesinado en la localidad de Itakyry por Claudelino Talavera (18) sufrió el shock hipovolémico a consecuencia de una herida de arma blanca en la cara anterior de la base del cuello. Esta herida seccionó una de las arterias principales que da al cerebro, que en términos médicos se denomina carótida primitiva izquierda.
Así lo explicó a ABC Color el doctor Pablo Lemir, médico forense del Ministerio Público, encargado de realizarle la necropsia a la víctima, en la mañana de este martes.
Según datos proporcionados por el forense, la muerte del menor fue agónica. “La víctima tardó aproximadamente cinco minutos en fallecer porque aún no se llegó a lesionar la carótida derecha, así que todavía tenía circulación sanguínea hacia el cerebro”, señaló el galeno.
El personal médico despejó además dudas con relación a las sospechas de abuso sexual que se tenían. Se constató que el menor tenía en la región anal rastros de numerosas penetraciones. Se extrajeron además muestras de la ropa interior del cuerpo para realizar estudios biológicos y determinar si hay rastros de semen, pero los médicos no tienen muchas expectativas con relación a esas muestras. “Pasó demasiado tiempo desde el hecho, y el espermatozoide vive en promedio 72 horas. En algunos casos, hasta cinco días”, precisó.
El análisis concluye que el menor fue abusado sexualmente en varias ocasiones, no solo días antes de su asesinato.
Por otra parte, el cuerpo registra una lesión contusa de gran proporción en la caja anterior del tórax, lado izquierdo. “La herida abarca desde el segundo espacio intercostal hasta el noveno, del lado izquierdo. Esta lesión no se produjo con el arma blanca, sino con algún elemento contundente”, precisó Lemir.
Lo que es imposible determinar, por la descomposición del cuerpo, es si esa lesión se produjo antes o después de la puñalada. Sin embargo, se sabe que fue estando el menor en vida.