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El doctor Norángel Quintero, fue acusado por otros colegas del Hospital General de Luque y de la Sociedad de Neurocirujanos del Paraguay, de haber cometido negligencia luego de una delicada cirugía en un sanatorio privado de la capital. La paciente de 82 años de edad, tenía conectado a la cabeza un sistema artesanal utilizando guantes de látex como reservorio.
Posteriormente, por cuestiones económicas, familiares de la mujer la trasladaron hasta el nosocomio luqueño, donde fue intervenida dos veces y permanece internada fuera de peligro.
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Una semana después, tras las publicaciones realizadas por este medio, el abogado Andrés Rodríguez, en representación del galeno, hace uso del derecho a réplica y manifestó que “a raíz de la urgencia se procedió a drenar la zona afectada y para el efecto se utilizaron los materiales con los que se contaba en ese momento ya que la situación no permitía mayores demoras, todo el procedimiento se efectuó bajo la autorización y conocimiento de los familiares y conforme a los protocolos vigentes”.
El letrado agregó que “posterior a la cirugía la paciente se mantuvo con vida y sin mayores complicaciones, durante cinco días en el sanatorio privado hasta su trasladado al Hospital de Luque. Este procedimiento permitió a la paciente sobrevivir al grave evento neurológico que había sufrido, además de que como ya se expresó, se cumplieron con todos protocolos médicos vigentes”.
También aseguró que “el nosocomio contaba con U.T.I. y la cirugía fue efectuada por el doctor Norángel Quintero, médico de nacionalidad cubana, pero con habilitación para ejercer la medicina como, médico y como neurocirujano otorgada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, única Institución que otorga la habilitación a los profesionales de blanco, independientemente a su nacionalidad, a fin de ejercer legalmente la medicina y afines”, expresó.
En referencia a los cuestionamientos de la Sociedad de Neurocirujanos del Paraguay, dijo que “el hecho de no pertenecer a una nucleación o asociación de cualquier especialidad médica, no implica impericia ni falta de idoneidad, ya que este extremo no se halla regulado por la Ley como requisito habilitante”.
Finalizó el descargo mencionando que “es oportuno mencionar que muchos extranjeros e incluso paraguayos fueron formados profesionalmente en Cuba, lo cual no implica en absoluto que los mismos desconozcan los procedimientos, protocolos y reglamentos que rigen el ejercicio de la medicina en Paraguay”.