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Por tres años y medio, la “Dra. Laura Mabel Arrúa” -así continúa firmando- atendió a niños en hospitales públicos y en una clínica privada de Villeta que sería de su propiedad, donde se hizo pasar por pediatra y neuróloga. Prescribía drogas y las madres desconocían que le daban a sus hijos medicamentos recetados por una persona que sólo aprobó dos materias de toda la carrera de medicina.
Falsificó títulos de grado y posgrado y consiguió un registro profesional del Ministerio de Salud. Sin embargo, fue denunciada por dos gremios médicos, acusada por la Fiscalía y condenada por un tribunal. Se le canceló la matrícula y una vez más es investigada por el Ministerio Público, ahora bajo sospecha de estafar y seguir ejerciendo la medicina ilegalmente.
La doctora mau insiste en que sí se graduó de una universidad argentina, aunque en juicio se demostró que únicamente aprobó dos materias, de acuerdo al informe de la misma casa de estudios: la Universidad de Salvador de Buenos Aires, recuerda el fiscal que estuvo a cargo de la investigación, Ángel Cantalicio Ramírez Fleitas. “Prácticamente falsificó toda una carrera y dos especializaciones”, explicó.
Arrúa dice que no tuvo tiempo ni recursos para preparar una buena defensa e ir a Argentina a buscar sus papeles y así probar su inocencia. En 2016 fue condenada a tres años de prisión al ser hallada culpable del delito de producción de documentos no auténticos, pena que debe cumplir una vez que la sentencia esté firme.
Recientemente, una cámara de apelaciones confirmó el fallo y hace menos de un mes la jueza de ejecución María de Lourdes Scura Dendi ordenó su detención y remisión a la cárcel del Buen Pastor. Pero la “doctora” pide el beneficio de la sustitución de la pena privativa de libertad por prisión domiciliaria. La magistrada aún no se expidió.
La mujer era la regente de la clínica Villmed Centro Médico y atendía como pediatra, según los informes de la Dirección General de Control de Profesionales, Establecimientos y Tecnología del MSPyBS. Dicha clínica sigue operando y la médica mau continúa trabajando ahí como “directora ejecutiva”. Está en la ciudad de Villeta; inicialmente funcionaba en General Díaz y Rodríguez de Francia, pero ahora se ubica en Amambay e Ytororó, según pudo constatar el corresponsal de ABC Color en la zona, Higinio Ruiz Díaz.
Hay sospechas de que en este lugar siguió ejerciendo irregularmente la medicina, pero ella afirma que dejó de hacerlo desde el momento de la cancelación de su matrícula.
La clínica Villmed sería propiedad de Laura Arrúa. Cuando llamamos a la línea baja, un funcionario nos informó que la responsable y dueña es, efectivamente, Laura Mabel Arrúa. Al trasladarle la consulta, Arrúa terminó por reconocer que sí está al frente de la empresa, pero sostuvo que el "propietario real" es el médico Luis González. Argumentó que el problema fue que muchos de sus empleados desconocen esas cuestiones administrativas.
Su abogada, Gloria Brizuela, también salió al paso y aclaró que su cliente no es socia ni nada está a nombre de ella. “Lo que no puede hacer es la calidad de médica. Simplemente le dieron un cargo administrativo. Si no puede ejercer la medicina, algo tiene que hacer para sobrevivir, lo cual es totalmente lícito”, declaró.
Desde el Ministerio de Salud confirmaron que la clínica todavía sigue operando porque hay otros médicos legales ofreciendo servicios. Pero, también hay un sumario abierto contra Villmed Centro Médico y se espera el dictamen de Asesoría Jurídica del Ministerio de Salud para ver si se recomienda o no la clausura, explicaron desde dicha Dirección.
Brizuela, la abogada que representó a Laura Arrúa en su juicio penal, también fue la que respondió el sumario administrativo. La médica mau explicó que están confiados en que la investigación del Ministerio de Salud terminará con un resultado favorable.
Laura Mabel Arrúa también atendió en el hospital distrital de Caacupé, en el hospital pediátrico Niños de Acosta Ñu y en el hospital de Ñemby. Igualmente, tuvo un contrato con el Centro Médico La Costa, reconoció la propia mujer.
Gracias a un título falso, obtuvo su registro profesional en mayo de 2013, según datos del Ministerio de Salud. Las autoridades sanitarias no se percataron, pero pocos meses después, cuando la mujer solicitó a la Sociedad Paraguaya de Neurología la certificación como especialista en dicha área, los profesionales de ese gremio sí identificaron la falsificación. Alegó que también hizo especializaciones en neurofisiología en el Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina, y en la Universidad de Barcelona, España.
El entonces titular del Círculo Paraguayo de Médicos, César Apodaca Guex, contó que el gremio decidió radicar la denuncia ante la Fiscalía por el peligro que representa que alguien sin formación atienda en los consultorios. Un año y medio después, fue uno de los testigos en el juicio oral y público.
La médica mau fue condenada en junio de 2016 por un tribunal de sentencia presidido por el juez Carlos Hermosilla. Tras un sumario, el MSPyBS canceló su matrícula, pero eso fue recién el 9 de noviembre, más de cuatro meses después del juicio. Es decir, fingió ser médica y pudo ejercer la profesión irregularmente durante casi tres años y medio.
El viernes último, la Fiscalía abrió una nueva causa en contra de Laura Mabel Arrúa. Una mujer, identificada como Tomasa Vela, denunció que la médica mau sigue ejerciendo. Acercó al Ministerio Público una serie de recetas que tienen su firma y están fechadas con posterioridad a la cancelación de su registro profesional.
La señora Vela denunció que la “doctora” atendió a sus sobrinas y que de igual forma llegó a tener conocimiento de las experiencias de otras personas que también fueron engañadas. Puso todo a conocimiento de las autoridades para que se investigue. El caso está a cargo de la fiscala Mirtha Rivas, de la Unidad Penal Nº 2 de Villeta.
Laura Mabel Arrúa aseguró que las firmas fueron falsificadas, en tanto que su abogada se limitó a decir que las fotografías no corresponden a un recetario, ya que el sello que acompaña a la rúbrica no cuenta con ningún número de registro profesional. “Esa nota no sirve para comprar algo (medicamentos)”, apuntó Gloria Brizuela.
Arrúa también afirmó que la nueva denuncia es montada por Tomasa Vela, una arquitecta con la que mantiene un litigio judicial civil. Es debido al reclamo de una deuda que la médica mau no reconoce, garantizó. Sostuvo que todo es para presionarla a fin de que le pague lo que exige.
La fiscala Mirtha Rivas indicó que en esta semana iniciará las diligencias para investigar si efectivamente Laura Mabel Arrúa ejerció la medicina tras la cancelación de su registro. De ser así, la conducta podría encuadrarse en el tipo penal de estafa, según explicaron desde el Ministerio Público.
gaston.ortiz@abc.com.py