Cargando...
En las fiestas de fin de año aflora la añoranza en quienes por razones de estudio o trabajo debieron abandonar el país. En esta época, los familiares que residen en nuestro país envían algunos objetos cuyo valor sentimental trasciende sobre el monetario, puesto que permite al compatriota sentirse de alguna manera más cerca de sus afectos.
Esto al menos era lo que pretendía el pasado 17 de noviembre la madre de Eva Diarte Cáceres, paraguaya residente en Canadá; la mamá que vive en nuestro país decidió enviar como obsequio un equipo de tereré, un pesebre y documentos varios aprovechando las fiestas de fin de año.
La caja llegó a destino casi un mes después, el 10 de diciembre, con las ansias propias de quien espera un regalo. La joven se dispuso a revisar la misma topándose con la desagradable sorpresa de que sus pertenencias fueron violentadas a tal punto de dejarlas inservibles.
“Abrieron mi caja, rompieron el termo y los elementos del pesebre estaban rotos, algunos sin cabeza; los documentos que estaban dentro no aparecieron, incluyendo una fotocopia de cédula que necesitaba”, comentó la mujer de ABC Color.
Diarte contó que, para ahorrar, su familia decidió enviar en una sola encomienda tanto los obsequios como los documentos; todos estos elementos estaban listados para evitar lo que finalmente sucedió. “Fui al correo de Canadá y me manifestaron que no están autorizados a abrir correspondencia alguna, y la caja se abrió en su país. Uno llama al correo y no responden”, lamentó la mujer
Según la joven, esta desagradable situación también fue sufrida por una familiar suya que debía recibir ropas para su hija; sin embargo, el paquete nunca llegó. "Hicimos el reclamo al correo y nadie atendió, comentó. El pasado 29 de noviembre se hizo una denuncia de un delito similar, en este caso un envío procedente de los Estados Unidos.
En tanto que Carlos Irala, director de Operaciones de la Dirección Nacional de Corrreo Paraguayo, reconoció que han experimentado inconvenientes al momento en que una correspondencia llega a un sitio determinado, pero se tratan de “casos aislados”; por otro lado, consideró que la mayor parte de la responsabilidad se sitúa en los aeropuertos donde generalmente se hacen escalas como Sao Paulo y Buenos Aires.
“No importa dónde ocurra la expoliación; al final nosotros tenemos que poner la cara, porque la responsabilidad corresponde al país de origen, por eso tratamos de tomar las providencias del caso desde nuestra área. Tenemos cuatro unidades de control detrás de esto”, dijo el funcionario a ABC Color. Irala sostuvo el sistema privado tampoco escapa a inconvenientes como el mencionado, debido a que generalmente utilizan la misma vía.
Por ello han reforzado la dotación de personal de seguridad postal en el Silvio Pettirossi, para el acompañamiento de cargas hasta la sede central, así como la instalación de cámaras en los puestos de control; se pueden recurrir a estas herramientas si la persona cree que hay algún inconveniente, detalló.
En otro momento, dijo que de manera interna existen sanciones en caso de comprobarse complicidad, desidia o premeditación al momento de violentar un paquete privado, ya sean traslados, suspensiones o hasta la separación del cargo. Finalmente, instó a la ciudadanía a realizar las denuncias en sede del correo, acercando toda la documentación posible para cotejar con los datos de la Dinacopa, y de esa manera determinar el área donde pudo ocurrir la expoliación, para luego proceder a la indemnización.