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Un total de 30 instituciones participaron esta mañana del gran desfile en honor a la Paz del Chaco, organizado por la municipalidad de la ciudad de Mariscal José Félix Estigarribia frente a la renovada plaza Augusto Roa Bastos.
“Somos herederos de la paz de nuestros héroes” fue el slogan escogido para el octogésimo tercer aniversario del armisticio. El acto, iniciado con el Himno Nacional de Bolivia y Paraguay, contó con la participación de autoridades locales, del gobernador regional del gobierno autónomo del Chaco (Bolivia) José Quecaña, los comandantes del III Cuerpo de Ejército y de la VI División de Infantería, Gral. Div. César Moreno y Gral. Div. Roque Sotelo, respectivamente; Policía Nacional, además de representantes de instituciones educativas, eclesiásticas y otros.
El coronel DEM. Pablo César González de la VI. División de Infantería destacó la importancia de honrar a los “grandes patriotas que nos dieron un país libre”. Dijo que la Guerra del Chaco no solamente fue una contienda entre dos ejércitos, sino entre dos pueblos y la proclamación de la paz vino en un momento oportuno, cuando las economías de ambos países estaban devastadas.
La estudiante Helen Bogado instó a los jóvenes en comprometerse en mantener en alto a la ciudad de Mariscal Estigarribia, que fue calificada por el intendente Elmer Vogt como la capital de la historia del Chaco.
Vogt señaló que la paz hoy está unida con el desarrollo y bienestar de la zona, exhortando que esta paz se debe sembrar en el seno familiar, con el dialogo, paciencia, tolerancia y respeto mutuo.
“Comprometámonos a buscar el bien común antes del bien propio, sigamos siendo pacificadores de nuestro barrio. Buscando el bien relacionado con los vecinos, no impongamos mi derecho sobre el bienestar común y extendamos esta convivencia pacífica también hacía nuestro trabajo y toda la comunidad”, remarcó el intendente.
El gobernador boliviano José Quecaña, invitado especial para el acto, dijo que el legado de la Paz del Chaco es un legado de los héroes de ambos ejércitos y que históricamente el pueblo paraguayo y boliviano han sido siempre unidos, compartiendo el río Pilcomayo, tradiciones y algunas costumbres.
“Por eso la paz, tanto de Bolivia como de Paraguay, que nos han dejado nuestros mártires, debemos llevar siempre presente”.