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La actividad se realizará en simultáneo en la Arquidiócesis y las trece diócesis, además de los dos vicariatos del país. En Asunción se unirán la diócesis de San Lorenzo, de Caacupé, de las Fuerzas Armadas–Policía Nacional y la Arquidiócesis.
La jornada en la capital empieza a las 8:00 en la casa Turista Róga de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) con un festival de cantos y bailes, en el cual se elevarán pandorgas, en el segundo domingo de pascuas.
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Ya para las 10:00 está prevista la caminata, que partirá desde el mencionado punto hasta la rotonda de General Santos y la Avenida de la Costanera, para luego retornar el mismo lugar.
A las 11:00 será la celebración eucarística presidida por el arzobispo de la Santísima Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, y a las 12:00 culmina la jornada con un ceremonial, que incluye la firma de un compromiso de las “fuerzas vivas” de la sociedad paraguaya en pro de la promoción y vivencia de los valores humanos y cristianos en el seno de la familia.
A su vez, el monseñor Valenzuela, el pasado Jueves Santo, convocó a participar a todas las familias “para proclamar sus valores, su identidad y su misión hoy en nuestro país, para ser un grito de esperanza en el Continente latinoamericano y el Caribe”, señaló.
Dijo, además, que el gesto es una proclamación de las convicciones más claras en relación con las amenazas que provienen de organizaciones “que promueven la cultura de la muerte”.
“Paraguay les dice, con verdad y firmeza: no al aborto, no a las ideologías de género. No a introducir en las escuelas de nuestros hijos, una educación sexual distorsionada, manipuladora, sin ninguna base científica ni ética ni moral. No a la colonización ideológica sostenida tenazmente por hermanos que, lastimosamente han perdido la noción de la naturaleza del varón y de la mujer”, agregó.
“Decimos no al maltrato y a la violencia contra la mujer. Aprendemos de nuestros errores difundiendo la prevención de abusos de menores en nuestras instituciones eclesiales, pero también con la misma fuerza en las familias y en las varias instituciones de nuestro país. No a la explotación de las familias más pobres, de campesinos, indígenas, bañadenses. Sí, para buscar soluciones consensuadas que les permita viviendas dignas, educación para sus hijos, salud, trabajo y vida mejor”, concluyó respecto a este tema.