Homilías que "golpean" a presidentes

Monseñor Claudio Giménez recordó las críticas que realiza cada 8 de diciembre a las autoridades de Estado. Comentó que algunos presidentes, a través de terceros, le pidieron que "baje el tono". Contó además otras tantas vivencias al frente de la Iglesia.

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Monseñor Claudio Giménez estuvo en el estudio móvil de ABC Cardinal y ABC TV en la plazoleta de la Basílica donde compartió anécdotas y vivencias en torno a la festividad de la Inmaculada Concepción durante los 22 años que le tocó la celebración.

El obispo emérito de Caacupé dijo que todos los años aumenta más la cantidad de gente que acude a la Basílica porque aumenta la población y también la devoción hacia la Santísima Virgen María. Destacó que entre los pedidos de la feligresía están siempre un novio o novia, trabajo, salud y la familia. También muchísima gente acude a pedir por sus parientes que fueron al exterior, especialmente a España y Argentina.

Los pedidos de intercesión por la salud van desde los propios, por los parientes, amigos, aunque la gente acude también a agradecer porque le salió bien una operación o se curó definitivamente de algún mal. Tampoco faltan quienes acuden a pedir para que mejore la situación económica del país y que haya menos homicidios.

El religioso estuvo en la Diócesis de Cordillera durante 22 años y ha publicado recientemente un libro que incluye las 22 predicaciones de cada 8 de diciembre, desde 1995 hasta el 2017.

Al hacer un recuento de quienes asistieron a Caacupé habló de ocho presidentes que llegaban para la festividad u otras fechas. Comentó que los mandatarios reaccionaban de manera diferente ante sus homilías y muchos se molestaban con él. Incluso, había quienes le hacían pedir que no fuera tan excedido en su mensaje y luego no aparecían.

"Los que están en el gobierno siempre prometen cambiar una situación pero luego olvidan", apuntó. Al referirse al compromiso de los jóvenes enfatizó que ha sido palpable durante la visita del papa Juan Pablo II y durante la visita del papa Francisco. Además ahora están prendidísimos para el Encuentro Mundial de la Juventud en Panamá. 

Recordó además la presencia del papa Francisco presencia en Caacupé el 16 de julio de 2015 cuando se puso a mirar los dibujos de Viedma y se emocionó ante la tercera imagen que correspondía a una estampa jesuitica. "Me estoy emocionando", se escuchó decirle al papa Francisco, quien luego soltó una lágrima en el ojo izquierdo y retornó hacia atrás, recordó monseñor Giménez.

Volvió a la Sacristía -siguió comentando- y entró detrás de él un médico que vino de Roma. "Yo intenté ingresar con otro médico que estaba aquí, pero no me dejaron. El Papa se sacó los ornamentos y quedó en la sacristía. Entonces me pidieron que saliera a decir algo. No sabía qué decir y entonces comenté aquello de que el Papa se había emocionado e iba a salir", dijo.

Aseguró que esta reacción del Papa era normal dada su cercanía con los paraguayos en Argentina donde conoció a la Virgen de Caacupé y al llegar aquí se encontró con la cantidad desbordante de gente. "Era impresionante. Cuando estábamos a un kilómetro se escuchaban varios gritos, pero aquí al llegar era un solo grito".

Al dirigirse a los paraguayos que están en el exterior sostuvo que siempre están pendientes de lo que pasa en nuestro país y siguen cada 8 de Diciembre la festividad mariana, además tienen sus celebraciones en cada país.

Monseñor Giménez insistió en que los casos de feminicidio son un problema gravísimo al que no encuentra explicación. Dijo que no se sabe qué pasa con los muchachos "al punto de estar tan pichados y que hayamos llegado a esta exageración y a los límites en cuanto al crimen contra las mujeres". Tampoco olvidó el tema de la ideología de género y manfiestó que debería haber una gran comprensión en torno a este tema y trabajar con una base bien fuerte.

"Los niños aprenden de la televisión o de otros chicos con los que quedan más tiempo que con las familias. Y eso se convierte en constumbre". Apuntó a que la sociedad debe prepararse para formar mejores personas, más criteriosas y ser más exigentes con quienes ocuparán los cargos públicos, no que lleguen a los puestos por amiguismo, ni partidismo. Instó al gobierno a cumplir con sus promesas y no empezar a inventar excusas. En otro momento dijo "no aceptamos ningún tipo de violencia. Violencia Cero".

Las vocaciones sacerdotales fue otro de los temas sobre lo cual dijo que estamos en un término medio, pues existen países donde la vocación sacerdotal es cero y otros como los de África y la India que producen muchísimas vocaciones religiosas.

Finalmente, sobre un acontecimiento que marcó su vida religiosa, dijo que sin lugar a dudas fue la visita del Papa Francisco.

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