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Asunción es una ciudad que creció combinando el paisaje de cemento con un exuberante verde, ingredientes que sin dudas dan como resultado paisajes imposibles de resistirse.
La Excantera Tacumbú es una de ellas. Pocos saben de la bella laguna de Tacumbú que guarda vida en sus aguas, y todavía menos gente ha visitado el mirador que permite admirarla.
El cerro Tacumbú fue explotado en la década del 50', convirtiéndose en una cantera. Debido a una naciente y con agua de lluvia dio vida a una laguna que se sitúa en su centro. Tomando la calle Benjamín Aceval, conocida como 20 Proyectadas, uno puede llegar a un “mirador” público. Que más que nada es tan solo un “balconcito” que nada tiene de pintoresco, sin embargo, se puede apreciar un hermoso paisaje verde y azul. No obstante, la religiosidad hizo posible la construcción de un santuario que tiene su propio mirador, en el terreno de al lado del “balconcito”.
La obra inició hace 7 años y fue habilitándose en partes hasta finalizar completamente hace tres meses. Osué Valdez Cortesi, vecino, relató que se reciben a al menos 150 turistas extranjeros al mes en ese lugar.
El “mirador” está situado en una pequeña colina dentro del terreno lo que deja apreciar a la laguna y parte de la ciudad sin que nada tape la visual.
Irresistible pero insegura, así es Itapytapunta. Recientemente “hermoseado”, el mirador de Itapytapunta es el único que ofrece una vista realmente cercana al río. Por él se llega tomando la calle José Montero. Su estructura actualmente está muy deteriorada.
El intendente de Asunción Mario Ferreiro aceptó que lo hecho (pintura y arreglo de algunas baldosas) es solo un acto de carácter de urgencia, y que aún sebe hacer una refacción total.
El Cerro Lambaré es una cita obligada. Con una elevación de 139 metros sobre el nivel del mar, el Cerro Lambaré es el punto natural más alto de la Capital, engalanado por la costa del río Paraguay. Fue declarado “Zona Nacional de Reserva” en 1948 y forma parte de la Cordillera del Yvytypanema, que cruza por Asunción y el Departamento Central.
Su exuberante vegetación, el aire puro que se mezcla con sonidos urbanos y silvestres, lo convierten en un seductor escape del trajín de la ciudad. Un sendero serpenteante lleva hasta la cumbre, donde una torre pentagonal adornada con un ángel es un imán para las fotografías.
En el centro del monumento se erige una imponente estatua de bronce que hace homenaje al Cacique Lambaré, líder de la resistencia nativa en esa zona del país, contra los conquistadores europeos en 1.536.
Loma San Jerónimo y sus atrapantes colores. En un solo día, unas 1.000 personas visitaron al mirador más chico de la Capital, el del barrio de Loma San Jerónimo. Así lo relata Jorge Burgos, uno de los dueños. Es una acogedora casa que abrió sus puertas al público para que disfrutara de su terraza hace siete años. Lo más peculiar de todo el lugar son sus coloridos arreglos y la amabilidad de sus habitantes.
Reportaje: Lía M. Barrios, Oscar Lescano
Imágenes 360°: Oscar Lescano
Edición y postproducción: Rodrigo Pujol
Fotografías: Claudio Ocampo