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Conforme a la denuncia realizada en la fanpage de la Asociación Pitbull Paraguay, de aficionados a esa raza de perros, Rufo Ariel Ferreira Fatecha relató que su mascota fue asesinada en plena vía pública por su vecino Tomás Fleitas, chofer de la familia de un directivo de este diario. En la denuncia, Ferreira relata que en reiteradas ocasiones su pitbull mantuvo peleas con la mascota de Fleitas, un perro de raza bóxer. Sin embargo, el pasado jueves en horas de la tarde el can del vecino había ingresado al patio de su vivienda y empezó a atacar a su perro.
“De repente se escapó el perro bóxer de al lado y va a arremeter contra mi perro y ahí viene este sujeto (Fleitas) con un palo grueso y empieza a golpear a mi perro por la cara hasta dejarlo inconsciente”, se menciona en la denuncia. El denunciante manifiesta que llegó 15 minutos después de que termine la pelea y encontró a su perro en mal estado. “Tenía el rostro lleno de sangre e inflamado”, detalla.
Cuando iba a llevarlo a la veterinaria, se encontró con Fleitas, quien lo recriminó por el daño que le causó a su mascota y lo encaró exigiendo que pagase los gastos de la veterinaria. “Y ahí le digo yo que no voy a pagar nada siendo que fue su perro el que ingresoó a mi propiedad a agredir a mi perro. Y luego él me dice que va a solucionar esto, que no iba a quedar así...”
Posteriormente, el día sábado, Ferreira explicó que llegó a su casa y no encontró a su perro, lo fue a buscar y se percató de que el portón de atrás estaba abierto y al asomarse afuera se encontró con el cadáver de su mascota. “Vi que el tipo mató a mi perro en mi propia vereda con un arma de fuego”, detalló.
Por su parte, Tomás Fleitas contó que desde hacía cuatro meses, cuando se mudó a su actual vivienda, en Villa Elisa, se venían registrando varios incidentes con el pitbull que, según manifestó, acostumbra andar por la calle sin control alguno. Al menos en dos ocasiones anteriores, su perro bóxer, de nombre Santino, fue rescatado de las fauces del pitbull, que ya le había causado severas lesiones, por lo que ya lo tenían encerrado para evitar otros enfrentamientos
Comentó que incluso, en una de las ocasiones, el pitbull atacó a su perro desde afuera, metiendo su cabeza a través de las rejas del portón, consiguiendo morderle en el tórax. Ante esta situación, Fleitas dijo que decidieron en familia cubrir el portón con maderas terciadas, como medida preventiva.
Con relación al episodio de la última pelea, Fleitas relató que alrededor de las 22:30, cuando se disponía a dormir, escucharon quejidos de Santino que provenían del patio, por lo que bajaron a ver qué sucedía y lo encontraron siendo mordido por el pitbull, quien logró meter su cabeza por debajo del portón -ya tapado con láminas de madera- y lo estaba mordiendo en el hocico.
“Era como un tigre que se lleva a una gacela, lo estaba estirando por debajo del portón”, rememoró, por lo que sin posibilidad de separarlos y viendo el daño que estaba sufriendo su mascota, tomó su arma de fuego y efectuó dos disparos en la cabeza a la mascota vecina.
Los encontronazos entre ambos perros derivaron en obvias discusiones entre los dueños y cada quien ofrece una versión diferente de lo acontecido. Ferreira expuso que, tras encarar a Fleitas, éste lo apuntó con el arma de fuego justificando sus acciones: “Decía que desde hace mucho tiempo tenía que hacer esto para que terminen los problemas” y luego se retiró a su vivienda, donde realizó varios disparos al aire.
Por su parte, Fleitas sostiene que su vecino, molesto por lo sucedido, empezó a atacar a pedradas su propiedad y mencionó que los cascotes incluso dañaron parte de su vehículo y el techo de su casa. Añadió que la Policía acudió a su casa también un representante del Ministerio Público, a quien enseñó los documentos de su arma de fuego.