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Desde aquel pico máximo de 7,88 m para Asunción que había alarmado en los dos últimos días del año 2015, desplazando a más de 100.000 compatriotas de las zonas ribereñas, hoy nos encontramos con una, hasta si se quiere, tranquila cifra de 6,5 m. Si bien este número aún se cataloga dentro del nivel crítico, promete seguir bajando, lenta pero constantemente.
En Pilar, el panorama sí es un poco más complicado. Las torrenciales lluvias registradas la jornada de ayer volvieron a inundar las casas y calles de la capital del departamento de Ñeembucú, generando grandes pérdidas materiales a las familias.
A consecuencia de los 199 milímetros de agua caída ayer, el río volvió a subir 2 centímetros a la fecha. Así, actualmente el caudal en esa zona tiene una altura de 8,76 m y se encuentra en la categoría crítica, según nos informó el pronosticador de turno de la Dirección de Meteorología e Hidrología. Recordemos que la altura máxima registrada en Pilar fue de 9,12 m, entre el 10 y el 11 de enero pasados.
La invasión de las aguas justo en un momento en que los pobladores comenzaban a sentir algo de tranquilidad preocupó tanto que muchos ciudadanos se manifestaron ante sus autoridades. Muchos de ellos, ofuscados, exigieron la inmediata instalación de motobombas nuevas. Asimismo, dijeron estar cansados de ser ignorados por sus representantes.
Según adelantaron en la Dirección de Hidrología, se pronostican nuevas lluvias para Pilar en el transcurso de esta semana, por lo que los pobladores no podrán bajar la guardia ni descartar la posibilidad de nuevas inundaciones en los próximos días.
En Alberdi, la situación es estable, aunque no por eso el muro deja de representar un peligro para el pueblo. La altura actual del cauce es de 9,08 m. Lo positivo es que de ayer a hoy se pudo bajar al menos 1 cm. Desde los 9,81 m que se tenía el 6 de enero pasado, cuando se pedía a los habitantes evacuar la ciudad, la situación se presenta mucho más esperanzadora.
Según nos explicó el pronosticador de turno, las lluvias registradas ayer aún no se pueden considerar como el inicio de un nuevo episodio de crecidas. Al menos por ahora, los ríos, en sus distintos cauces, siguen dando muestras de calma y mejora de la situación.