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A pesar del incremento del número de motobombas en los sectores críticos, la capacidad de desagote de las máquinas no pudo con el gran volumen de agua caída en corto tiempo. Las pérdidas ocasionadas a humildes familias son incalculables y se suman a las que ya habían sufrido en oportunidades anteriores.
La lluvia inundó casas y edificios ubicados en el barrio Obrero, San Antonio, San José, 12 de Octubre, San Vicente, Ytororó, San Lorenzo entre otros sectores que son afectados por la acumulación del líquido. Igualmente numerosas calles quedaron cortadas y el tránsito fue interrumpido por los vecinos, que instalaron señales para impedir el paso de los vehículos.
También los caminos del Ñeembucú quedaron intransitables por las precipitaciones registradas y se agrava la situación de las familias ribereñas afectadas por la crecida del río Paraná. Varias compañias del distrito de Cerrito quedaron incomunicadas por la riada y la zona urbana quedó divida en dos.
Otras localidades que experimentan situaciones similares son Ita Corá, Villalbín, General Díaz y Paso de Patria. Las familias damnificadas requerirán nuevamente asistencia para sobrevivir durante la emergencia. Las malas condiciones del tiempo también afectaron al frágil sistema de distribución dela ANDE, dejando sin luz a numerosos pueblos del duodécimo departamento.