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Después de algunos días de respiro, sin lluvias y con sol, las precipitaciones nuevamente están volviendo a cubrir gran parte del Chaco Central desde anoche. Aunque las precipitaciones no son grandes, ya son suficientes para embarrar caminos y calles urbanas, por la gran humedad existente en el suelo.
El Chaco se encuentra nuevamente en muchas partes casi o totalmente intransitable. Esto afecta a toda la actividad económica, como por ejemplo el acopio de leche cruda a diario, para su industrialización, como así también el transporte de animales a los frigoríficos. Muchos ganaderos no pueden vender sus animales por falta de caminos.
La situación impacta también en las fuentes de trabajo, dado que muchas personas que dependen de la mano de obra al aire libre están sin ingresos. Existen familias indígenas sin ningún ingreso en este momento. Las lluvias afectan además la actividad educativa, deportiva y visitas turísticas a toda la zona del Chaco Central, que se encuentran paralizadas.
Los centros urbanos del Chaco Central y varios caminos vecinales muy transitados se encuentran al borde de su capacidad y necesitan ser pavimentados con urgencia, ante la creciente demanda de pobladores, del tránsito y de la actividad económica, que cada vez que llueve queda paralizada.
No existe ningún proyecto a corto o mediano plazo de los gobiernos locales, del MOPC o de los diputados chaqueños de impulsar una red vial de todo tiempo en el Chaco Central y sus alrededores, que beneficie realmente a la población y la economía local, mientras los planes se concentran al mismo tiempo en el corredor bioceánico.
El único proyecto con beneficio local real es la así llamada “Ruta de la leche”, impulsada por la cooperativa Chortitzer en conjunto con el MOPC y apoyada por el BID, en el distrito de Tte. Irala Fernández, Presidente Hayes, pero cuyo trazado aun no está definido.