Cargando...
Un mecánico, Demetrio Álvarez (60 años), y su hija de seis años, María Esther Álvarez, fueron degollados por desconocidos en la madrugada del jueves, en un aparente hecho de robo.
Las primeras pesquisas apuntan a que se trata de un hecho con fines de robo, pues Álvarez habría tenido la suma de 10 millones de guaraníes en su poder, con el que tenía previsto pagar una deuda contraída en una financiera de la ciudad de María Auxiliadora, en el distrito de Tomás Romero Pereira.
“Mi papá tenía que ir a cancelar una deuda en una financiera de María Auxiliadora, hace 10 días yo le había dado cinco millones de guaraníes que me pidió prestado, y ahora me enteré que hoy tenía previsto ir hasta la financiera a pagar su cuenta, y que la suma era de 10 millones”, sostuvo Mirta Älvarez, hija del fallecido.
Mirta vive en Encarnación desde hace 23 años, y su padre vivía solo, con una hija de seis años, fruto de un segundo matrimonio. Se segunda esposa murió cuando la niña tenía seis meses, y desde entonces vivieron solos aquí, señaló.
Añadió que su padre no tenía enemigos y que, por el contrario, era muy querido en la comunidad, por lo que “la única explicación que tenemos es que se trató de un robo, de alguien que sabía que tenía esa plata”.
Por lo que nos explicaron los que observaron el lugar, aparentemente le estaban esperando dentro de la casa, y cuando entró le atacaron, le cortaron el cuello, no le dieron oportunidad de defenderse, dijo.
La puerta de acceso, que comunica la parte del taller con una especie de trastienda donde el hombre tenía una hamaca colgada y un televisor, se podía abrir fácilmente porque tenía sólo una madera que giraba y sujetaba, que se podía abrir desde adentro y desde afuera.
El cuerpo de Demetrio fue encontrado tirado cerca de la puerta, mientras que el de la niña estaba tirado a sus pies. Ella era una nena muy dinámica, muy fuerte, estoy segura que al ver que atacaban a su papá trató de defenderlo, dijo.
La menor fue degollada casi por completo, el cráneo quedó prendido al tronco por apenas una parte de la piel, según explicó.
Este hecho también hace presumir que los atacantes eran personas conocidas, y para evitar que la niña los delate la mataron. Según el informe forense, no fue abusada ni nada de eso, la degollaron, según indicó.
El doble asesinato conmovió a la pequeña comunidad de Edelira 60. Vecinos de las víctimas expresaron su tristeza y reclamaron que se descubra al o los autores del horrendo crimen. En forma espontánea los pobladores instalaron una capilla ardiente en el interior de la iglesia del pueblo, la capilla Santo Domingo, donde los restos serán velados.