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Tres de la tarde del domingo 24 de enero de 1994. Hugo Darío Samudio Ranoni, un pintor de 36 años, moría de un impacto de bala en la cabeza. El presunto autor fue Carlos Néstor Vera y Aragón – en ese entonces de 41 años – era esposo de Liliana Benítez Pérez, hoy administradora del TSJE.
El caso ocupó las páginas del diario ABC Color del lunes 25 de enero. En la primera publicación la Policía de la zona hizo constar que el disparo había provenido de un forcejeo entre Samudio Ranoni y Vera y Aragón. El desafortunado pintor acusó la bala en la cabeza y falleció al instante.
Vera y Aragón, entonces esposo de Liliana Benítez, era el encargado de cobrar las entradas para la playa de Itá Enramada y en su declaración dijo que el fallecido quería ingresar a la misma sin pagar la entrada.
“El presunto responsable del homicidio señaló que el hecho se produjo en forma accidental, luego de que la víctima – en forma prepotente y arma en mano – quiso ingresar a la fuerza a la playa sin abonar la entrada correspondiente. Vera y Aragón, quien dijo a los indagadores haber estado a cargo del cobro de las entradas, aseguró que trató de impedir que el pintor se saliera con la suya y que ello derivó en una riña. El disparo se produjo supuestamente en una escaramuza, señaló el presunto autor a la Policía”, señaló la publicación de ABC Color en la página 75 de la edición del lunes 25 de enero.
El caso dio un giro brusco al día siguiente: La Policía logró confirmar que el fallecido Hugo Darío Samudio Ranoni había discutido antes con Liliana Benítez Pérez de Vera y Aragón. Así, se descartó la posibilidad que el hombre haya discutido por no querer pagar su entrada.
La mujer, hoy implicada en un caso de supuesto autoatentado y esposa del gobernador de Itapúa, Luis Gneiting, discutió con el fallecido y su entonces esposo – del que se divorció en 1997 – la “auxilió” con un arma de fuego que a la postre mataría al pintor.
“En un momento dado del incidente, el arma se disparó, dando el proyectil en la parte frontal de la cabeza de Samudio Ramoni, quien murió al instante, señala el parte policial”, reza la publicación de ABC Color del 26 de enero. El exesposo de la administradora del TSJE quedó preso en Tacumbú y la mujer fue también presa en la comisaría de mujeres. Fue sobreseída en el año 1995. Carlos Néstor Vera y Aragón contaba entonces con frondosos antecedentes por violencia.
ABC Color logró contactar con Liliana Benítez, quien relató que en esa época su abuela tenía un balneario en Itá Enramada. “Vino un borracho y se peleó con un señor, Carlos Vera y Aragón y el arma se disparó. El borracho también vino armado y la otra persona también tenía un arma y en el forcejeo se disparó con tanta mala suerte que el borracho murió. Como estaba en ese lugar, en principio me llamaron para declarar pero me desvincularon del proceso y fui sobreseída. No tuve nada que ver. Estaba en el lugar y nada más. Yo discutí con el borracho, yo estaba nomás ahí. Qué mucho daño que ya me hicieron, por Dios. Hace como 20 años de eso. Yo no estuve en prisión”, replicó la mujer, actualmente de vacaciones de su cargo en el TSJE.
La Policía no está en condiciones de desechar ninguna hipótesis en torno al ataque armado contra el vehículo de la administradora del TSJE. Se aguarda el análisis del circuito cerrado y el peritaje de llamadas para determinar el trasfondo.
Así lo manifestó el comisario César Silguero, jefe de Investigación de Delitos, en alusión al principal sospechoso, el chofer Óscar Núñez, beneficiado con medidas alternativas a la prisión. El jefe policial señaló que entre los elementos recolectados figura la filmación de un circuito cerrado en que se ve una camioneta merodeando la oficina adonde acudió Benítez poco antes de sufrir el ataque armado contra su vehículo.
La hipótesis de autoatentado motivó una conferencia de prensa el pasado viernes, ocasión en que Benítez y su esposo, el gobernador de Itapúa, Luis Gneiting, rechazaron la misma y anunciaron una querella para quienes difundieron tal posibilidad. Por su parte, la Fiscalía considera lejana la posibilidad de que los disparos contra la camioneta de la administradora del TSJE hayan consistido en un intento de asesinato contra la mujer.