Ley de paridad, necesaria pero no revolucionaria

La Ley de Paridad es sumamente necesaria para lograr la implementación real de políticas públicas democráticas, destacó el impulsor del proyecto en Argentina. Sin embargo, aclaró que no logrará generar cambios culturales radicales en cuanto al machismo.

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“Paraguay tiene la oportunidad de discutir esta norma y hay que aprovecharla. Hay que echar luz y no confundir”, expresó Sebastián Galmarini sobre la Ley de Paridad Democrática. Él fue el impulsor del mismo proyecto en Argentina.

“Hay una gran necesidad de igualar, incluir y dar un acto de justicia a las mujeres que son el 50% del padrón. Sin la incorporación de las mujeres difícilmente tengamos política públicas democráticas. Tenemos casi la mitad de la población con dificultades de acceso real a lugares de decisión”, expresó esta mañana en los estudios de ABC Cardinal.

Galmarini reiteró varias veces que creer que una ley va a transformar las pautas culturales es como creer en el realismo mágico. Explicó que la incorporación de la paridad no solucionará las problemáticas machistas, puesto que incluso hay una gran cantidad de mujeres que son machistas, ya que “no resuelve mágicamente la cultura”. Agregó que la ley no cambia solo en la fisionomía de la representación sino que cambia naturalmente el peso del debate en las comisiones.

Galmarini mencionó que con la implementación del la ley nacional en Argentina se lograron grandes cambios en cuanto a la participación de la mujer en los espacios de toma de decisión. Por ejemplo, en Mar de Plata se pasó de tener un 100% de hombres en el poder a la incorporación de mujeres en un 40%. De igual manera, tras las sanciones en las distintas provincias empezaron a surgir debates sobre la necesidad de la paridad en los gremios.

El exsenador de la provincia de Buenos Aires mencionó también que las mujeres incorporan a la agenda política temas que los varones no y que el hecho del mayor ingreso femenino en los espacios de poder no significa directamente que se traten y aprueben temas polémicos y religiosos. “¿Por qué suponer que hay mujeres que no son católicas y que van a acompañar leyes que no tengan que ver con su fe?”, consultó.

Explicó que esta ley tiene tres dimensiones que “atacar”; la primera es la política, en la cual se detallará cómo la norma se hará operativa. La segunda es la implementación propiamente dicha, por parte de los partidos y Estado. Mientras que la última es la judicial, donde se garantiza que todos los órganos hagan que la norma sea efectiva.

Galmarini formará parte hoy de un panel debate, para intercambiar experiencias, avances y desafíos sobre la paridad democrática. Se desarrollará en la Sala Bicameral de la Cámara de Senadores 15:00 a 17:00 y el acceso es libre y gratuito.

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El proyecto de Ley de Paridad Democrática en Paraguay fue presentado el 8 de marzo de 2016 ante el Congreso Nacional y ya tiene media sanción en el Senado. Sin embargo, en Diputados excluyeron la parte fundamental de la normativa, que es la igualdad en un 50% entre hombres y mujeres, así como la alternancia en las listas electorales.

Con las modificaciones realizadas, redujeron el proyecto a la simple capacitación y formación de las mujeres en los partidos políticos. La nueva Cámara de Senadores tiene a su cargo el estudio y revisión del proyecto aprobado por Diputados.

Los parlamentarios que están en contra de la ley vincularon la normativa a organizaciones que promueven la legalización del aborto y el matrimonio igualitario.

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