“Lo que al Estado le empezó a preocupar mucho es la desaparición de algunas lenguas americanas, que solo existen en el Paraguay” y el Estado se sentía “responsable” de su posible pérdida, explicó Zarratea en declaraciones a Efe.
Para proteger las lenguas autóctonas, la ley de Lenguas, que autorizó la creación de la Academia de Lengua Guaraní, contempla medidas que apoyan el modo de vida de las comunidades indígenas del país.
“Porque lo que hace que desaparezcan las lenguas es la disgregación de las comunidades pequeñas, cuyos miembros, por necesidades de trabajo, se separan y dejan de vivir en comunidad. Y lo que queremos es que ellos puedan seguir viviendo en comunidad, y sigan hablando sus lenguas”, defendió el académico.
Zarratea participa en el Congreso Internacional sobre Patrimonio Cultural Lingüístico, que se celebra hasta mañana en la ciudad española de Alcalá de Henares para poner en común diversas políticas orientadas a proteger las lenguas minoritarias.
En su intervención en el congreso, el secretario de Políticas Lingüísticas de Paraguay, Carlos Villagra Marsal, explicó las últimas medidas adoptadas en su país, que tiene el español y el guaraní como lenguas oficiales, para defender el patrimonio y la identidad de las comunidades con una cultura diferenciada.
“La globalización, que ha venido para quedarse, tiene su eje en el comercio internacional, y este es enemigo de toda individualidad cultural”, señaló.
La preocupación por la incipiente desaparición de las 17 lenguas americanas, patrimonio de las comunidades indígenas del país, ha llevado en los últimos años al Gobierno paraguayo a regular la protección de este bien cultural inmaterial.