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El presidente Horacio Cartes promulgó hoy la Ley contra la Impunidad, a través de la cual se suspende la vigencia de la Ley “Guastella”, N° 4.669/12, por un plazo de 6 años. Es decir que los procesos penales, que según la última normativa citada no deberían durar más de 3 años y medio, podrán seguir dilatándose por 4 años o más, según el penalista Dr. José Casañas Levi.
“La ley que ponía fecha límite de 3 años y medio nunca entró en vigencia porque se van sancionando leyes que la postergan y dejan de lado. Actualmente, los procesos pueden durar 4 años o más, por las suspensiones y demás trabas”, detalló el abogado. “Las normativas internacionales establecen que los procesos penales no pueden tardar demasiado, por eso se habría promulgado la primera ley; sin embargo, nuestra justicia es tan lenta e ineficiente que los procesos expiran antes de concluirse, por eso fue modificada ya anteriormente y hoy alargaron la modificación antes que termine su vigencia, una vez más”, explicó.
Por otra parte, habló sobre la ineficiencia del sistema judicial. “Si la Corte Suprema hace una auditoría encontrará procesos que son una vergüenza. Hay una recarga impresionante de funcionarios pero que no tienen funciones concretas, no saben qué hacer, no tienen recursos”, declaró. También afirmó que cuando los casos están por extiginguirse, el Tribunal los envía a la Cámara de Apelación y allí se resuelven en dos horas. “¿Por qué no se hace lo mismo con otros los casos?”, cuestionó Casañas Levi.
La Ley promulgada permitió la postergación de la ley conocida como “Guastella”, la Nº 4.669/12, que prácticamente es un premio a las chicanas, pues precisamente la mayoría de los beneficiados con la reducción de los plazos son aquellos procesados que hacen de todo por dilatar sus causas.