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Elegantes jinetes y bellas amazonas mostraron orgullosos a sus muy bien cuidados ejemplares equinos, que dieron muestras de sus habilidades, generando el festejo y los aplausos de la nutrida concurrencia. Todos los días una bandita ameniza la fiesta de los lugareños y en las bellas casas de estilo colonial que caracterizan al casco histórico de la comunidad, se ofrecen los más variados platos típicos.
En la noche del viernes, un desfile de grupos musicales locales, nacionales y del nordeste argentino, ofrecieron una magnífica serenata a vecinos de la aislada población del este del duodécimo departamento. La Municipalidad realizó un gran esfuerzo en la organización del evento, considerando que se encuentra sin recursos económicos. El intendente Idilio Céspedes (ANR) resaltó que esta situación fue salvada con la cooperación de otras instituciones y personas amigas, que respaldaron la vigésimo quinta edición de la Fiesta de la Tradición Laureleña.
Además de los lugareños que acuden masivamente a las actividades programadas, son numerosos los visitantes atraídos por los números artísticos presentados y la cordialidad de los habitantes de la zona. El intenso calor y los siempre complicados caminos de acceso, no fueron esta vez una barrera insalvable para los participantes. La acción de maquinarias del MOPC recuperó parcialmente los caminos que se encontraban en estado desastroso, para dejarlos medianamente transitables.
El encuentro con las tradiciones permitió igualmente que las autoridades y vecinos de este distrito volvieran a expresar a los medios de comunicación presentes, el anhelo de contar con un acceso pavimentado, que les permita vencer el doloroso aislamiento que les impide llegar al ansiado desarrollo.