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La Prof. Dra. Idalina Stanley, jefa de la Cátedra de Nefrología Adultos del Hospital de Clínicas, dijo que “en realidad la enfermedad renal es una de las enemigas silenciosas, así como lo son la diabetes y la hipertensión; uno no se da cuenta de cuándo empezó la enfermedad, solo cuando ya está muy deteriorada, por ello la importancia de la prevención”.
Por tanto, se debería ir realizando campañas de prevención de enfermedades renales. “¿Qué quiere decir eso? Que iremos haciendo campañas abiertas para la ciudadanía, en las cuales trataremos de incluir a personas que se consideren sanas, sin ningún síntoma y entonces detectar precozmente esta enfermedad”, dijo.
Añadió que la prevención no cuesta mucho, en el sentido de que el costo de hacer una prevención no es muy alto, pero se debe realizar, ya que gracias a eso pueden salvarse numerosas vidas. “Por más que nosotros hagamos trasplantes y hagamos atención de diálisis, si nosotros no hacemos prevención esta brecha va a aumentar. Entonces la idea es, a la par de dar solución a un problema que ya está como es el enfermo renal, lograr evitar que vayan apareciendo nuevos pacientes y eso se puede lograr con las campañas y prevención”, resaltó la médico.
La diabetes y la hipertensión arterial son enfermedades importantes desde el punto de vista renal porque afectan directamente al riñón y no solamente los padecimientos renales. Por esta razón, las personas que ya se conocen portadoras de este mal pueden ser tratadas rápidamente para evitar la diálisis. En otros países del mundo se presta una importancia fundamental: para dar una idea, la mayor parte del presupuesto de salud está destinado a la prevención y no al tratamiento de enfermedades, resultando en la disminución de dolencias.
Es importante concienciar a la gente, en especial a los familiares de pacientes que ya son diabéticos o hipertensos, o personas con antecedentes familiares, sobre la importancia de los chequeos periódicos, así como también llevar un estilo de vida saludable: una alimentación adecuada, realizar ejercicios, como caminar diariamente 30 minutos, de manera tranquila.
La alimentación debe ser saludable, una dieta abundante en frutas y verduras. Estamos en un país donde las frutas se tiran; hay frutas que ni siquiera se conocen más, o no se comen, como el mango y aguacate. Evitar el exceso de sal, ya que los mismos factores que llevan a las enfermedades de diabetes e hipertensión llevan al padecimiento renal. Con 2 gramos de sal se puede vivir; la dieta paraguaya incluye 6 gramos en su dieta diaria.
En los niños hay que considerar como algo importante las consultas médicas. El hecho de que el niño presente situaciones de alarma como infecciones urinarias, aspecto que si es constante debe ser tratado por el nefrólogo infantil. Se debe a que muchas veces las infecciones no presentan síntomas, por lo que se recomienda el control, aunque haya sido solo un episodio, porque las infecciones dejan cicatrices en el riñón que lo destruyen.
Una sesión de diálisis por día cuesta G. 800.000 en el sector privado, siendo casi G. 10 millones el costo para el Estado, teniendo en cuenta la necesidad del paciente y sin mencionar las transfusiones de sangre.
El Hospital de Clínicas actualmente registra 240 pacientes de entre 20 y 55 años de edad que se dializan al mes. “Tenemos 13 máquinas funcionando; de 34 pacientes que tenían lugar tuvimos que alzar a 39 pacientes por necesidad; también tenemos los pacientes en 'stand by', como se les dice, que están a la espera de trasplante”, acotó la experta.
El Hospital cuenta con 50 pacientes en lista para trasplante, pero hasta el momento solo tienen posibilidad al mismo aquellos que cuentan con donantes compatibles vivos. El costo del trasplante renal en cualquier centro privado es de entre G. 60 millones y G. 80 millones, mientras que el Hospital de Clínicas cuenta con recursos técnicos, humanos y equipos para trasplantes, con cobertura total de las intervenciones.